En un comunicado, la Consellería do Medio Rural ha explicado que estas labores servirán para hacer un control de los riesgos hidrológicos erosivos asociados a los fuegos y atajar los posibles procesos de degradación de los suelos afectados, para contribuir así a recuperar el potencial forestal.

Además de las actuaciones específicas de consolidación de suelos, se realizarán otras acciones, como sembrados regenerativos, eliminación de la madera quemada sin valor de mercado para mejorar la posterior regeneración del arbolado o el aprovechamiento de la madera recuperable. También se mejorarán infraestructuras forestales de las zonas quemadas, recuperando las cunetas y las obras de paso para facilitar la capacidad de evacuación de aguas.

Asimismo, desde el punto de vista de la recuperación de infraestructuras de protección de los terrenos, se contempla el arreglo de cierres ganaderos afectados, incluyendo la substitución de los quemados.

ZONAS

Las zonas principales de evaluación serán las superficies quemadas en los incendios producidos en el año 2016, con una superficie que supera las 100 hectáreas y se actuará en los que sea necesario tomar las medidas oportunas.

Para planificar estas labores, los técnicos de la Consellería do Medio Rural trabajaron en las últimas semanas en las diferentes zonas afectadas, con el fin de evaluar los daños y concretar las medidas a adoptar. Además, responsables del departamento que dirige Ángeles Vázquez, así como la propia conselleira, han mantenido reuniones con alcaldes y afectados para coordinar estos trabajos.

Estas medidas beneficiarán especialmente a los propietarios de los montes afectados por los incendios, así como a los titulares de los derechos de pastoreo, ya que permitirán una recuperación más rápida de los recursos forestales, disminuyendo el riesgo de erosión y la consiguiente pérdida de suelo.