La imagen de la avenida es, tal y como anunciaron los responsables municipales cuando presentaron el proyecto hace dos años, completamente diferente. Si los trabajos de las dos primeras fases fueron complicados por la aparición de los restos de la antigua plaza de toros y la tala masiva de olmos, esta tercera (entre Doctor Oloriz y La Caleta), que comenzó el 11 de septiembre, también ha nacido con polémica. «Están volviendo a matar árboles», afirma el responsable de la web Salvando Árboles .

Las fotografías del antes y el después de la llegada de las máquinas muestran que los árboles ya no están. «Es cierto», matiza el Ayuntamiento, «pero es que los hemos trasladado, tal y como manda la Ley, a un vivero para después volver a ser plantados donde estaban. Sólo hemos talado uno porque estaba en muy malas condiciones y tras ser asesorados por un botánico».

Una docena de ejemplares han desaparecido del paisaje de Constitución «y ya no volverán», pronostican los vecinos de la zona. El Consistorio, en cambio, considera que son «recuperables y serán replantados en el momento en que las obras terminen».

«La experiencia anterior», advierte el técnico de Salvando Árboles , «nos ha demostrado que un ejemplar adulto es complicado de recuperar. El ejemplo lo tenemos en los que quitaron anteriormente, pocos han sobrevivido y al final terminaron talándolos. Eso sin contar con los nuevos que plantaron rodeados de hormigón y que no han durado ni tres meses».

El tiempo dirá si la avenidad de la Constitución se convierte en un bulevar repleto de sombras, como dice el Ayuntamiento, o en un solarium para lagartos, como piensa la oposición.

La Ordenanza de Proyectos y Obras de urbanización establece que «será motivo de sanción el depositar cualquier tipo de material de obra en los alcorques del arbolado». Esto tampoco se está cumpliendo en las obras de la avenida de la Constitución y los trabajadores de la empresa utilizan los troncos para apoyar material y utensilios de trabajo.