Además, el conductor no podrá poner la radio o música dentro del vehículo si así lo solicitase cualquiera de los usuarios (los viajeros tampoco podrán llevar aparatos de sonido que no lleven auriculares si molestan al resto de los usuarios) ni comer o fumar. Deberá también crear un ambiente agradable en el bus (sin movimientos bruscos, buena climatización...).

 

 

Asimismo, la EMT no se hará responsable de la pérdida, robo o deterioro de cualquier bien que lleven consigo los viajeros; y estará prohibido cualquier bulto que dificulte los desplazamientos en el interior del vehículo.

 

Los que accedan al bus con un carrito de bebé sencillo tendrán que entrar por la puerta delantera (podrán llevarlo plegado o abierto, lo decidirá cada viajero bajo su responsabilidad). Si el carrito es doble, podrán utilizar las rampas de las puertas traseras.

 

Los niños menores de seis años seguirán sin pagar el bus (en el viejo reglamento el billete era gratis para los menores de cuatro años, pero los conductores no les hacían pagar hasta los seis) y los que se cuelen pagarán una multa de seis veces el valor del billete.

 

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Además de esperar a los rezagados, los conductores tendrán que controlar el aforo máximo del bus y comprobar que todos los billetes y abonos que usan los viajeros son correctos. «Si lo seguimos a rajatabla, se perderá tiempo y empeorará muchísimo la frecuencia de paso», denunciaron ayer los trabajadores. «Vamos a presentar alegaciones a un reglamento que ni siquiera han consultado con nosotros y que exime de cualquier responsabilidad a la EMT».