Las pastillas de uranio sacadas de Juzbado no sirven para armamento nuclear

  • El Consejo de Seguridad Nuclear asegura que para ello haría falta un grado de enriquecimiento del 90%; las pastillas tienen un 4%.
  • La Empresa Nacional de Uranio avisó al CSN de que varias pastillas habían sido encontradas fuera de la zona de seguridad.
  • Ocurrió en la Fábrica de Combustible de Juzbado, Salamanca.
  • Las hipótesis apuntan al robo o al sabotaje.
Imágenes de la Fábrica de Juzbado (izqda.) y de varias pastillas de uranio (dcha.)
Imágenes de la Fábrica de Juzbado (izqda.) y de varias pastillas de uranio (dcha.)
20minutos.es
Imágenes de la Fábrica de Juzbado (izqda.) y de varias pastillas de uranio (dcha.)

La alarma saltó el pasado miércoles, cuando el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) recibió una notificación de la Empresa Nacional de Uranio (Enusa) en la que se informaba de la aparición fuera de su Fábrica de Combustible de Juzbado, Salamanca, de un “pequeño frasco” con 70 pastillas (unos 300 gramos) de dióxido de uranio.

Se encontraba en forma de pastillas cerámicas y el frasco estaba perfectamente cerrado

El CSN, tras una inspección sobre el terreno, asegura que este incidente no ha supuesto ningún riesgo radiológico. Los motivos que sustentan esta conclusión de la institución española encargada de velar por la seguridad de instalaciones nucleares y radiactivas, obedecen a que "el material se encontraba en forma de pastillas cerámicas y el frasco estaba perfectamente cerrado".

En este sentido, añade que no hubiera existido impacto alguno sobre las personas o el medio ambiente "en el caso de haber implicado una manipulación del material".

Secretismo y dudas

Pero el incidente de Juzbado desprende secretismo y deja varios asuntos por esclarecer. En primer lugar, según fuentes especializadas consultadas por 20 minutos, con este tipo de materiales no solemos hablar de frascos como los que acostumbramos a ver en el supermercado, sino de blindajes fabricados con plomo y acero de mayores dimensiones. Sin embargo, el Consejo reitera que es un frasco muy pequeño.

Por otro lado, en la fábrica de Juzbado, que produce unas 300 toneladas de combustible nuclear al año, existía una gran preocupación ante la posibilidad de que alguna persona hubiese podido saltarse todos los controles y robar dicho material.

El uranio es un material caro y peligroso que, según el grado de enriquecimiento, puede incluso utilizarse con fines terroristas, por lo que se temía -y no se descarta- que este pudiera ser un caso de tráfico de fuentes radioactivas.

El sabotaje, lo más probable

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, cuya prioridad en estos momentos es analizar las pastillas para determinar los lotes de procedencia y procesado, siguen investigando el caso.

No son aptas para la fabricación de las denominadas bombas sucias

A medida que pasan las horas cobra fuerza la hipótesis del sabotaje, ya que, según el CSN, "estas pastillas no son válidas para fabricar armamento nuclear" ni tampoco supondrían otro tipo de riesgos, tanto por su baja radioactividad como por su forma física "no dispersable".

"Sería necesario un grado de enriquecimiento del U-235 del 90%, frente al 4% que tienen en este caso. No son aptas para la fabricación de artefactos de dispersión radiactiva como las denominadas bombas sucias", explica la última nota de prensa del Consejo.

Incidente de nivel 1

De momento, el suceso ha sido clasificado en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES) con el nivel 1, el más bajo de los siete que existen desde 1990 para catalogar los incidentes acontecidos en instalaciones nucleares. El nivel 1 sólo hace referencia a anomalías que rebasen el régimen de explotación autorizado.

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