Mel Gibson: "Leo muchos guiones, y hay muy pocos que son buenos"

  • Mel Gibson acaba de presentar en Venecia 'Hacksaw Ridge' como director y hoy estrena en España, como protagonista, el 'thriller' 'Blood Father'.
  • El actor asegura que 'Blood Father', que es una producción francesa, combina elementos de acción hollywoodienses con la peculiar sensibilidad europea.
  • Gibson quiero hacer una película sobre Europa, en Florencia, y también en el sur de España, en concreto Granada y la Alhambra, cuya historia le ha impresionado.
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Mel Gibson en el Festival de Venecia.
Mel Gibson en el Festival de Venecia.
GTRES
Mel Gibson en el Festival de Venecia.

Mel Gibson tiene muchas ganas de trabajar y no para. Acaba de presentar en Venecia Hacksaw Ridge como director, hoy estrena en España Blood Father y sueña con iniciar un proyecto en Florencia que persigue desde hace años, mientras asegura: "Quiero más desafíos".

Se muestra desbordante de energía en una entrevista en Cannes tras presentar Blood Father, un thriller dirigido por el francés Jean François Richet y en el que también participan Erin Moriarty, Diego Luna o William H. Macy.

Una película que es uno de esos grandes desafíos que el actor y director busca y que le atrapó desde que leyó el guion. Por "la estructura de la historia, por la escritura, por los personajes y, por supuesto, por el gran director que había detrás". "Y, claro, por divertirme", dice con una gran sonrisa.

Aunque reconoce que lo más importante es la historia. "Una buena historia, una historia bien contada es el objetivo de todos, ya sea un director, un actor o el cámara: lo que cuenta es una historia convincente", y eso es lo que busca tanto para sus papeles como actor como para sus proyectos como realizador.

En Blood Father interpreta a Link, un exconvicto con una hija, Lydia (Moriarty), de la que no sabe nada y que un día le llama para decirle que ha matado a su novio, un criminal, y que los amigos de este la buscan para matarla.

Link se dedica a hacer tatuajes y vive en una caravana en el desierto, cerca de otras personas en situaciones similares con los que ha formado una especie de grupo de apoyo y que le ayudan cuando le toca defender a su hija de la violenta persecución de los criminales.

Una historia violenta, muy americana en su contenido pero desde un punto de vista europeo, el del director, como resalta Gibson, para quien ese fue otro de los puntos interesantes del proyecto.

"Hay elementos que no puedes evitar y que son americanos, pero están contados por una sensibilidad diferente, europea", señala el actor, que considera que los europeos "tienen mejor ojo para las peculiaridades". Algo que compara con su propia experiencia vital, ya que nació en Estados Unidos pero se trasladó con su familia a Australia cuando tenía 12 años.

"No entendí mi americanismo hasta que estuve en Australia y pude mirarlo desde fuera; es una perspectiva diferente". Y luego regresó a Estados Unidos, en un recorrido interesante que le ha permitido tener una mayor y más objetiva capacidad de observación del comportamiento humano. Porque puedes analizar las dos culturas a las que perteneces, porque en realidad "no eres ni de una ni de la otra".

Sin embargo, para el director de Blood Father, lo esencial es amar los personajes y amar el país. "Yo amo América y también amo Francia. La diferencia en realidad son los actores, la relación que podemos tener con ellos, no es una cuestión de país. Se trata solo de encontrar la historia adecuada", asegura Richet.

Y él la encontró en esta relación entre el padre y la hija, un tema, reconoce, "mil veces abordado en la historia del cine", pero que en esta ocasión le sedujo por lo bien escrito que estaba el guion de Peter Craig. "Leo muchos guiones, y hay muy pocos que son buenos. Cuando encuentras uno muy bueno, te dices, 'Es este', y no te planteas muchas cosas", afirma el realizador, que regresa al thriller que tanto éxito le dio con las dos partes de Mesrine.

Opina que con un thriller también se puede hablar de la sociedad, y eso es precisamente lo que le interesa.

Mientras que a Gibson le apasiona la historia, como ya ha demostrado con sus películas como director, entre las que están Braveheart (1995), La pasión de Cristo (2004) o Apocalypto (2006).

"Quiero hacer una película sobre Europa, en Florencia, la escribí con un amigo mío hace mucho tiempo. Lleva esperando años a que podamos rodarla" y cita otros lugares interesantes para ubicar alguna película. Como el sur de España, en concreto Granada y la Alhambra, cuya historia le ha impresionado. "Es alucinante, estoy estudiándola, no sabía mucho sobre ello", afirma apasionado.

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