Los hechos se denunciaron en el Juzgado de una localidad de la provincia de Barcelona a primeros del pasado mes de agosto, donde una persona puso en conocimiento de las autoridades qiue había adquirido un perro de raza husky a través de Internet en un criadero de la provincia burgalesa y por el que pagó 420 euros, según han informado a Europa Press fuentes de la Subdelegación del Gobierno.

El animal se envió a aquella localidad a través de una empresa de mensajería para el transporte de mascotas y, a los tres días de recibirlo, el propietario tuvo que acudir a una clínica veterinaria porque el perro se asfixiaba, por lo que se le operó de urgencia. El facultativo le detectó una grave enfermedad congénita que le afectaba la laringe.

Las pesquisas practicadas por el Seprona han llevado a los investigadores hasta un criadero de esta provincia, desde el que se envió el animal, que había sido denunciado por esta Unidad en otras ocasiones por las "pésimas" condiciones de higiene y salubridad en las que residían los perros.

El resultado de la investigación evidencia que el animal fue vendido a sabiendas de la enfermedad congénita que padecía y que se le sometió durante el traslado a un padecimiento con el que pudo peligrar su vida e integridad, por lo que se ha investigado al criador por los delitos de estafa y maltrato animal.

Hasta el momento de la denuncia, la intervención quirúrgica y el posterior tratamiento veterinario habían supuesto a su propietario una factura que sobrepasaba los 1.100 euros. Las diligencias instruidas se han entregado en el Juzgado número cuatro de Burgos.

RECOMENDACIONES

La opción más recomendada es la adopción o acogida de canes en asociaciones protectoras de animales. Para garantizar una compra segura por Internet, se debe comprobar que el perro se adquiere con licencia, que los criadores son profesionales especializados y reconocidos del sector y pactar unas condiciones de venta que garanticen su bienestar.

También es "importante" no olvidar solicitar la cartilla sanitaria oficial, en la que conste toda la información posible sobre el perro como raza, pedigrí, vacunas que se han aplicado y estado de desparasitación; deben figurar los sellos de las clínicas veterinarias y el número del facultativo correspondiente.

Adquirir a precios más baratos puede deberse a que los animales sean de procedencia ilícita, estén enfermos o carezcan de pedigrí. El perro debe permanecer con la madre, como mínimo, hasta los dos meses de edad; en caso contrario, pueden aflorar problemas de salud y de comportamiento.

Nunca está de más realizar un chequeo veterinario posterior para comprobar que su estado de salud es el adecuado.