Quién es quién en el 'caso Diana Quer': la actuación de la familia tras su desaparición

Diana Quer en una imagen de archivo.
Diana Quer en una imagen de archivo.
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Diana Quer en una imagen de archivo.

A Diana el divorcio de sus padres hace tres años la dejó muy afectada, según las informaciones que se han ido conociendo desde su desaparición el pasado 22 de agosto. Juan Carlos Quer y Diana López-Pinel, de clase acomodada y residentes en una lujosa urbanización de Pozuelo de Alarcón, en Madrid, decidieron poner fin a su relación tras dos décadas de matrimonio y después de haber tenido dos hijas.

En un primer momento, la expareja compareció junta para implorar que se buscara a la joven, pero con el paso de los días sus disputas han trascendido públicamente. Lo único que parece unirles es el convencimiento de que su hija mayor no se ha marchado voluntariamente.

Esto es lo que se conoce de Diana y así ha actuado su familia ante su desaparición.

Diana Quer López-Pinel

Madrileña, de 18 años, estudiante del último curso de Bachillerato. Alta (1,75m) y delgada (55 kilos). De ojos oscuros, con el pelo moreno, liso y largo. Tiene un tatuaje con la palabra courage (coraje en inglés) en un costado, dibujo que se hizo para celebrar que había superado la anorexia. Se la vio por última vez el pasado 22 de agosto en A Pobra do Caramiñal, donde veranea con su madre y con su hermana, Valeria. Diana pasa los veranos en ese municipio coruñés desde hace 15 años, pero según su progenitora no tiene demasiados amigos en él. Diana López-Pinel asegura que su hija dedicaba muchas horas a hacer test de la autoescuela, porque se estaba sacando el carné de conducir. El domingo 21 de agosto sin embargo salió a divertirse a las fiestas de la zona con unas amigas. Horas después, desaparecía.

Su padre dice que tiene pocos datos del estado anímico en el que se encontraba Diana porque no convivía con ella y que toda la información le llegaba a través de Valeria. Juan Carlos Quer ha contado que la menor le confirmó que "había tensión" en casa y que la joven desaparecida "no estaba pasando el mejor momento". La madre ha negado la existencia de una mala relación con sus hijas pero algunos testigos dicen haber presenciado fuertes discusiones entre las tres. El padre ha indicado que la última vez que habló con Diana fue por un "conflicto familiar", del que no ha querido dar detalles.

En un primer momento se creyó que la chica había desaparecido en el camino de vuelta a casa pero ahora se sabe que llegó a la vivienda y que posteriormente salió otra vez. Los investigadores aseguran además que según el rastreo de su móvil, la joven se subió a un vehículo en torno a las cuatro de la madrugada, hora a la que el aparato se apagó. Los agentes creen efectivamente que fue a pie hasta su domicilio, a donde llegó sana y salva. Luego se habría ido nuevamente y, en esta ocasión, se movió por la zona en un coche.

Diana López-Pinel

"Es muy raro que Diana y yo discutamos. Somos muy dependientes la una de la otra, tenemos una relación muy estrecha, muy especial". Con estas palabras, y con una impactante entereza, la madre de la joven negaba la discusión que, según algunos testigos, se había producido poco antes de la desaparición de su hija mayor. La fortaleza con que esta mujer comparecía ante los medios los primeros días se ha ido resquebrajando y se ha visto especialmente golpeada por la decisión de la Justicia de retirarle la custodia de Valeria de forma cautelar, una medida que no está relacionada con la investigación de la desaparición.

"Estoy bastante hundida, triste y destrozada", afirmaba López-Pinel tras conocerse la resolución judicial. "¿Ni siquiera en este momento de ausencia pueden determinadas personas dejar una guerra que nunca debería haber existido y que ha hecho tanto daño?", se preguntaba en una carta remitida a los medios, en la que intentaba volver a poner el foco en la desaparición de su hija mayor: "Todo esto no le parecería nada bien. Ni la gente que ha salido diciendo ser su amiga, ni el amigo que dice haber sido algo más, ni las supuestas discusiones que no fueron, y por supuesto, y mucho más importante: sentiría vergüenza de ver que se están anteponiendo temas que nada tienen que ver con ella, ni con su edad, ni con su vida, como son los relacionados con juzgados y demás cosas de pareja que no tienen que afectarle".

López-Pinel fue quien denunció la desaparición de Diana el 22 de agosto, después de ver que no se encontraba en casa. Esta mujer había mantenido hasta ahora que la joven no había estado en la vivienda esa madrugada. Defendía que duerme con la puerta abierta y que siempre oye llegar a sus hijas. Este martes sin embargo su abogado reconocía que admite que su hija pasó por casa y se cambió de ropa aquella madrugada. La mujer continúa argumentando que no escuchó en ningún momento que la chica regresase pero ha encontrado en el domicilio los shorts de color rosa con los que salió en un principio y echa de menos unos pantalones vaqueros largos.

Juan Carlos Quer

En todas sus apariciones públicas, este importante empresario del sector inmobiliario y automovilístico hace hincapié en mandarle mensajes de ánimo a su hija. "Diana, vas a salir de esto, hay mucha gente detrás que te está apoyando. Si por alguna razón hay algún problema que consideres irresoluble, llama, eres mayor de edad. Hay mucha gente que te quiere, así que fuerza", decía este lunes en una entrevista en Espejo Público.

Quer, que no obstante se resiste a pensar que la desaparición de la joven sea "una chiquillada", ha llegado a calificar de "límite" la situación que sus hijas vivían con su exmujer. Aunque ha asegurado que no tiene "elementos de juicio para poder decir que Diana se encontraba con depresión", también manifestó en declaraciones a La Sexta que sus hijas no estaban bien con su madre. "Solo recibía llamadas de socorro", agregó.

El empresario también se ha pronunciado sobre algunos amigos de Diana y Valeria: "Jamás hubiera llegado a pensar que mis hijas tuvieran entre sus amistades a algunas personas. Por eso la Guardia Civil está tomando declaración a ciertos testimonios. No era lo que le tocaba a mis hijas pero estaban en su entorno". Según sus palabras, "había determinadas personas que podían estar bordeando la ley" en su círculo.

Valeria Quer López-Pinel

La hermana de Diana, de 16 años, se encuentra con su padre desde que el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Ribeira —que no es el que lleva el caso de la desaparición— le retiró la custodia a su madre. El juez tomó esta decisión después de que Valeria acudiese a urgencias de un centro médico debido a una crisis de ansiedad. Desde ahí se trasladó un informe al juzgado en el que se advertía que la adolescente se lesionaba a sí misma. Tras afirmar que la resolución judicial "desgraciadamente" llegaba "muy tarde", Juan Carlos Quer aseguró que la menor, que sigue teniendo contacto con su progenitora, había pasado a estar "en un entorno protegido" y "con discreción".

Lo ocurrido con su hermana tiene a Valeria muy afectada. La conmovedora carta que le escribió contando cómo se siente se hizo viral en pocas horas. "Quiero que aparezcas y poder decirte todo lo que no he sido capaz de decirte cuando estabas a mi lado. Que te quiero, Diana, que hay miles y miles de hermanas y yo he tenido la suerte de tener, además de a la más pesada, a la mejor de todas. Todos esos besos, abrazos que no te he dado te los daría ahora. Si apareces te juro que te mato, te mato a todos los besos y abrazos que no te he dado. Nunca me he portado muy bien contigo y a decir verdad en estos momentos es cuando uno valora lo que tiene, cuando está a punto de perderlo y si te pierdo a ti me pierdo yo también", publicó.

Valeria resaltaba las "miles de adversidades" de las que ha logrado sobreponerse la joven, entre ellas la anorexia: "Has sido capaz de superarlas con esa sonrisa que tienes y digo tienes porque tengo la esperanza de que la sigas teniendo y sé que la sigues teniendo. Vuelve, Diana. Aquí hay muchas personas que te necesitamos, incluso más de las que tú te piensas".

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