Los hechos, por los que la Fiscalía va a solicitar cinco años y tres meses de prisión, tuvieron lugar el pasado 7 de agosto en la carretera A-350 del término municipal de Huércal-Overa (Almería), donde los agentes que se encontraban en el punto de control "perfectamente uniformados, con chaleco reflectante de alta visibilidad y linterna oficial" dieron el alto al vehículo porque "había invadido el carril contrario".

Así, según recoge el fiscal en el escrito provisional, el acusado "lejos de detenerse" lo que hizo fue "acelerar la marcha" y dirigió su vehículo hacia uno de los agentes "con la intención de arrollarlo", con lo que éste tuvo que "tirarse al suelo para no ser atropellado".

A partir de ese momento, y ante la huida del acusado, se inició una persecución "a gran velocidad" hacia Huércal-Overa en la que desde el coche oficial se indicó por megafonía y con las luces al conductor que detuviera el vehículo.

El acusado llegó a "invadir en varias ocasiones" el carril contrario, lo que hizo que otros coches que circulaban en sentido contrario "se detuvieran bruscamente para no colisionar". Apunta el Ministerio Público en este sentido que la carretera se encontraba "muy frecuentada a esas horas" por la celebración de los carnavales de la barriada de Terreros, en Pulpí.

Con esto, el acusado finalmente se vio obligado a detener su vehículo tras realizar un giro brusco y entrar en un carril de dimensiones reducidas "a gran velocidad" y "derrapando", por lo que "se salió de la vía" y dejó su automóvil en sentido contrario al de los agentes, quienes pudieron detenerlo.

El detenido arrojó una tasa de alcohol de 1,10 y 1,04 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, respectivamente. También se pide para él la retirada del carné de conducir por tres años y cinco meses.