La Plataforma de la Fábrica de Vidrios propone concurrir con el recinto al concurso Richard H. Driehaus

  • La plataforma que defiende la antigua fábrica de vidrios La Trinidad, enclavada en la avenida de Miraflores y cuya nave central, hornos y chimenea están protegidos como bien de interés cultural (BIC), ha pedido al Ayuntamiento de Sevilla que concurra al Concurso de Arquitectura Richard H. Driehaus, destinado a fomentar la tradición arquitectónica local y su integración urbanística y ciudadana, para recabar apoyo o "reconocimiento" para la demandada recuperación del mencionado recinto.

El citado concurso, nacido de la iniciativa del filántropo financiero de Chicago Richard H. Driehaus, está destinado a seleccionar tres espacios de tradición arquitectónica local susceptibles de integración arquitectónica y ciudadana, para elegir después los diseños y propuestas de intervención que presenten "arquitectos de cualquier nacionalidad" a los que se anima a participar. "Los autores de los diseños seleccionados para cada uno de los tres emplazamientos recibirán un premio de 12.000 euros", figura en las bases del concurso.

Hasta el 3 de octubre, según las bases del concurso, recogidas por Europa Press, media el plazo para que los municipios formalicen su petición de concurrir al procedimiento, con documentos como la "memoria descriptiva del área de intervención, del espacio o edificio", o la "planimetría del área de intervención", por ejemplo.

LA FINANCIACIÓN

"La documentación de los proyectos (arquitectónicos) premiados presentada al concurso será puesta a disposición de los municipios para los que se haya desarrollado, que podrán proceder, si así lo determinan, a la búsqueda de financiación para su ejecución", figura además en las bases del concurso.

Fue el 4 de septiembre de 2001 cuando la Consejería de Cultura acordó inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz este antiguo y simbólico conjunto fabril de la avenida de Miraflores, adquirido por la sociedad Edificarte Promoción Inmobiliaria, declarada hace años en concurso de acreedores en el marco de la catástrofe sufrida por el sector inmobiliario y de la construcción.

El recinto es uno de los escasos ejemplos que ha pervivido de la arquitectura de la gran industria y de la primera expansión industrial de Sevilla fuera de su recinto amurallado. La declaración de bien de interés cultural incoada y aprobada en aquellos tiempos, en concreto, protege la nave central, los hornos y la chimenea de la planta como lugar de interés etnológico, aunque la Administración autonómica promueve desde hace años un procedimiento para catalogar también las naves dos y tres y unificar los activos protegidos en una única tipología: la de "lugar de interés industrial". La idea, según la negociación promovida años atrás, era ceder al patrimonio público los espacios protegidos a cuenta de sus restricciones en materia urbanística.

EPISODIOS DE EXPOLIO

A lo largo de los últimos años, de cualquier forma, la quiebra de Edificarte Promoción Inmobiliaria ha agudizado el abandono y ruina del conjunto fabril, que ha sido objeto de diversas ocupaciones ilegales y episodios de expolio, siendo incluso destruidos unos hornos de temple y recocido, así como unas calderas, unas instalaciones aéreas de transporte de vidrio y un horno de fusión, en una actuación que fue incluso elevada a la Justicia.

El pasado mes de junio de 2014, la Gerencia de Urbanismo anunciaba que, merced a un acuerdo plenario de marzo de 2011 relativo a la ampliación de la zona protegida, había culminado el diseño de una nueva propuesta de ordenación que replantea "todo el sector". La nueva ordenación queda plasmada en una modificación del vigente plan especial de reforma interior que, en concreto y según la documentación recogida por Europa Press, amplía las restricciones e instrumentos de protección a las naves auxiliares del conjunto, el muro de cerramiento y el patio de operación del recinto.

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