Funciona desde el pasado 5 de agosto y por el momento ofrece la posibilidad de descubrir una decena de enclaves en Quesada, Peal de Becerro, La Iruela y Cazorla, según ha destacado a Europa Press el alcalde de éste último, Antonio José Rodríguez.

La iniciativa, impulsada desde la Asociación de Desarrollo Rural Sierra de Cazorla en colaboración de los Ayuntamientos de estas localidades y las empresas Alma Gaia y Turistoria, está "abierta a otros municipios conforme haya productos turísticos completos y potentes".

"Más que competidores de un municipio a otro, somos colaboradores y si lo que queremos es darle al visitante motivos para quedarse no se puede hacer de forma aislada. Este trabajo en red, hace que al margen de que se puedan vender más o menos bonos, la gente tenga buena información sobre los numerosos atractivos de la comarca", ha comentado no sin valorar también la implicación de la iniciativa privada.

Gypi tiene un precio de 14 euros, lo que supone un descuento del 40 por ciento sobre la tarifa individual y con un año de tiempo para hacer la ruta completa de todos los espacios incluidos en este bono turístico, a los que los menores de seis años tienen acceso gratuito siempre que vayan acompañados de un adulto que lo haya adquirido.

Se trata, en concreto, de los museos Zabaleta y Miguel Hernández-Josefina y el Centro de Interpretación del Patrimonio Arqueológico (Cipaq) en Quesada; así como el Centro de Interpretación de las Tumbas Principescas de Toya y Hornos y la Cámara Sepulcral de Toya, en Peal de Becerro.

Las Ruinas de Santa María y la bóveda del río Cerezuelo figuran entre los atractivos de Cazorla, donde también se recogen los centros interpretación Los Molinos del río Cerezuelo y Frondosa Naturaleza y el de la Cultura de la Madera. Finalmente, se incluye en La Iruela el centro de interpretación y Castillo y la iglesia de Santo Domingo de Silos.

"Es como un viaje en el tiempo en el que puedes ir a la orden de los templarios, pasar por Vandelvira, llegar al tiempo de los íberos o, en lo contemporáneo, leer a Miguel Hernández o deleitarte de los paisajes de Zabaleta", ha comentado Rodríguez sin dejar pasar el contacto con la naturaleza y oficios tradicionales de la sierra cazorleña.