En la primera reunión de este grupo de trabajo, integrado por tres representantes de cada una de las dos administraciones, se podrán

estudiar los diferentes usos y actividades que propongan colectivos vecinales y ciudadanos y que puedan resultar de interés social, según ha informado este viernes el Gobierno regional.

Todo ello con independencia de las aportaciones sociales y las conclusiones del proceso de participación en el que trabaja el Ayuntamiento de Oviedo y que deberá concluir antes de que finalice el año.

El protocolo de actuación contempla que esta comisión tendrá capacidad para adoptar decisiones, validar las fases del proceso, interpretar las cláusulas y establecer usos y actividades, temporales o definitivos, siempre y cuando sean viables desde un punto de vista legal, técnico y económico y no condicionen la ordenación futura del ámbito.

El cronograma consensuado en abril atribuye al Principado, a través de la Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, la responsabilidad de convocar el concurso internacional de ideas del que resultará la propuesta y la de encargar los instrumentos urbanísticos y medioambientales necesarios para definir la ordenación futura del ámbito.

Recoge además que el Ayuntamiento debe concluir en el plazo de ocho meses un nuevo proceso de participación ciudadana para recoger propuestas adicionales a las recabadas en el otoño de 2014 por el Gobierno autonómico.

Tras la fase de participación ciudadana se convocará un concurso internacional de ideas cuyas bases incluirán baremos de puntuación objetivos para la selección de las propuestas que elaborarán profesionales de disciplinas relacionadas con el urbanismo.

El primer premio del concurso conllevará aparejado el encargo de los documentos urbanísticos y ambientales u otros necesarios para el desarrollo de este espacio.

El convenio firmado por el presidente del Principado, Javier Fernández; el alcalde de Oviedo, Wenceslao López, y la consejera de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Belén Fernández, divide el proceso en cinco fases: participación ciudadana; concurso de ideas; encargo y redacción de los documentos urbanísticos y medioambientales; tramitación administrativa, y aprobación de los documentos anteriores y ejecución de las actuaciones.