Así lo declaró este sábado la miembro de la Junta Directiva de la Asociación, Ángeles Piretti, durante el acto central por el 8º aniversario del siniestro celebrado en la Plaza de la Memoria de Las Palmas de Gran Canaria, un emotivo encuentro en el que leyó un manifiesto y que congregó a familiares de las personas que perdieron la vida en el accidente.

"Creemos que hay motivos sobrados para seguir luchando y cambiar el rumbo de la historia de la catástrofe aérea más grave ocurrida en nuestros país en los últimos 31 años, que tiene en la justicia su principal escollo a superar, y en la investigación oficial, el lastre de no haberla aclarado", declaró.

Piretti recordó que la Asociación de Afectados se ha quejado "reiteradamente" de ambas. "De su falta de compromiso con una tragedia que se llevó la vida de 154 personas y lesionó a otras 18 -añadió-, de su ceguera por el descomunal esfuerzo llevado a cabo por la Asociación ante el Juzgado nº 11 de Madrid, de la lejana realidad de esos tres magistrados de la Sección 15 de la Audiencia Provincial de Madrid, que no tuvieron el valor de entrar a fondo en las causa que la provocaron, archivándola en falso".

En este sentido, hizo especial hincapié en que las familiar tienen que luchar "desesperadamente en terrible desigualdad de recursos" contra quien pretende quedarse "con lo que no le corresponde". "Pero contra quien también le ampara y protege. La historia del JK5022 es la desunión de los afectados y de eso se aprovecha un sistema protege al poderoso frente al débil", añadió.

"Invitamos a las familias afectadas a que se unan a la asociación. Será la única manera en la que, conjuntamente, alcancemos la meta soñada por todos: la justicia y la verdad sobre la muerte de cada uno de los 154 fallecidos el 20 de agosto de 2008. Ni los olvidamos ni queremos que la sociedad los olvide", concluyó.

Por su parte, también este sábado, tuvo lugar otro acto ante el monumento 'Luces en el Vacío', ubicado en uno de los miradores que une la zona de La Puntilla con El Confital de la capital grancanaria, que contó con una ofrenda floral en la que se tiraron rosas blancas al mar.