El entrenador de un equipo de fútbol de categoría benjamín de Málaga fue detenido el pasado fin de semana y posteriormente ha ingresado en prisión por su supuesta implicación en casos de abusos sexuales a menores, tras la denuncia interpuesta por los padres de un menor.

El hombre, de 28 años, está acusado de un delito contra la libertad sexual después de que los padres de este niño –de ocho años–, que jugaba en el equipo que el hombre entrenaba, dieran parte a la Policía y contaran a los agentes una supuesta doble agresión sexual.

El detenido trabajaba en el club Mortadelo de Málaga capital y llevaba dos meses en la institución, según informó ayer la SER.

La Policía continúa la investigación, ya que se habrían presentado otras denuncias de padres de niños de este equipo. De acuerdo con los hechos denunciados, el arrestado habría llevado a su casa el pasado sábado al niño tras un partido de fútbol, donde se produjeron los presuntos abusos por dos veces, y además habría tomado varias fotografías del menor desnudo con su teléfono móvil, según publicó ayer Sur.

El relato del menor a sus padres detalla que la segunda supuesta agresión sexual se produjo la misma tarde del partido. El entrenador salió a comer con el menor a una hamburguesería de la barriada y al regreso a la vivienda habría vuelto a cometer abusos.

Es más, esa misma noche los dos se dirigieron a una bolera en la que habían quedado con el resto del equipo.

Otro caso

Un vecino de Archidona fue detenido el día 3 como supuesto autor de abusos sexuales, pornografía y corrupción de menores en un camping de la Sierra de Cazorla (Jaén) e ingresó en prisión. Coordinaba un campamento de chicos en la zona de El Chorro, en Álora, y entrenaba a varios equipos y escuelas de fútbol en la provincia.

Abandona a su hijo 2 horas en el coche

Un hombre de 35 años fue detenido y puesto a disposición judicial el lunes tras dejar encerrado a su hijo de tres años en su coche, aparcado en El Palo, durante casi dos horas. El pequeño, que permaneció en el turismo, estacionado a pleno sol en un lugar frecuentado por toxicómanos, fue auxiliado por un vecino y trasladado al hospital Materno Infantil para recibir asistencia sanitaria, donde, a las pocas horas, le dieron el alta. El padre justificó su acción argumentando que debía hacer un trabajo y no tenía con quién dejar al pequeño.