La Guardia Civil ha desarticulado en la comarca pontevedresa de O Salnés una trama que se dedicaba al almacenamiento, transporte

y depósito ilegal de materiales de construcción y demolición mezclados, en su mayor parte, con residuos peligrosos. El operativo se ha saldado con dos personas detenidas y otras dos investigadas.

Según ha informado el Instituto Armado, la patrulla del Seprona de Vilagarcía de Arousa detuvo a los dos principales responsables de una empresa de Sanxenxo (Pontevedra) dedicada ilegalmente a la gestión y almacenamiento temporal de residuos tóxicos.

En la operación también han sido investigadas otras dos personas; el propietario de una de las empresas que efectuaba el transporte de los residuos y el dueño de la máquina retroexcavadora que empleaban para los mismos fines que, a su vez, era el propietario de la finca donde se localizó uno de los vertidos incontrolados.

La investigación se inició a raíz de las noticias que tuvo el Seprona, según indican las mismas fuentes, de una parcela con "una importante cantidad de residuos de construcción y demolición en la parroquia de Baión", del municipio de Vilanova de Arousa.

Las pesquisas realizadas para conocer el origen de este vertido "enseguida condujeron a los investigadores hasta el municipio de Sanxenxo", donde se ubica "la empresa que estaba realizando la gestión de estos residuos", precisa.

SIN AUTORIZACIÓN

En Sanxenxo, los agentes del Seprona comprobaron que esta empresa, "no sólo carece de la preceptiva autorización administrativa para este tipo de actividad, sino que también es responsable de otros seis depósitos de vertidos" que fueron localizados en distintos puntos de la comarca de O Salnés, uno de ellos en una parcela anexa a las instalaciones de la misma empresa.

Las mismas fuentes resaltan que documenta que alguno de los depósitos se encuentra "a pocos metros del cauce de un riachuelo que discurre próximo a la zona".

En la inspección que se realizó en todos estos puntos ilegales de almacenamiento de materiales de construcción y demolición, el Seprona encontró entremezclados y semienterrados una "importante cantidad de residuos calificados como peligrosos: placas de fibrocemento (uralitas, tuberías y canalones que contienen amianto), pinturas industriales, aceites minerales y filtros de automoción".

Tanto las dos personas detenidas como los dos investigados se enfrentan a un supuesto delito contra los recursos naturales y el medio ambiente penalizado en el Código Penal con penas de prisión de hasta dos años.