El subsuelo de Madrid está repleto de nidos de termitas. Y la zona más antigua, el Madrid de los Austrias, es la que "corre más peligro", según los expertos. "Está formada por edificios de madera sobre terrenos húmedos", indica Milagros Fernández, directora de la Asociación de Empresas de Control de Plagas, Anecpla.

Si no se sustituyen las vigas de madera por otras metálicas, "los edificios acaban seriamente afectados tarde o temprano", alerta Fernández. Las termitas pueden llegar a provocar, incluso, un derrumbe.

Pese a ser caldo de cultivo de estos insectos, en Madrid no hay ningún plan específico para combatirlos, según denuncian los expertos y reconocen en Urbanismo y Sanidad. Tampoco se dan ayudas para tratar las fincas particulares contaminadas. Su elevado coste (unos 22.000 euros) hace que muchos propietarios prefieran correr riesgos a pagar por la desinfectación.

En El Escorial y las Descalzas

Los edificios ilustres tampoco están a salvo de la plaga. El verano pasado tuvo que ser desinfectado el convento de las Descalzas Reales. En 2002, unas obras de mejora del Teatro María Guerrero se acabaron convirtiendo en una remodelación integral al descubrir que el edificio estaba siendo devorado por las termitas. Y hace una década hubo que sustituir los pináculos de El Escorial por otros metálicos: una plaga amenazaba su estructura.

Viven bajo tierra, pero suben a comer

‘Reticulitermes lucifugus’: La termita madrileña huye de la luz. Difiere de la carcoma en que es blanca y vive en enjambre.

La madera se desgaja: Si los marcos se rompen o suenan a hueco, es muy probable que estén dentro.

El enemigo vive en el sótano: El termitero está bajo tierra y los insectos suben en busca de celulosa, su alimento.

Revisiones anuales: Las casas centenarias de madera deben ser desinfectadas anualmente para evitar derrumbes.