Un acusado de asesinar al propietario de un finca en 2005 en Sant Vicent porque le impidió entrar alegó ayer en el juicio que un arrebato le llevó a atropellarle con su furgoneta y matarle a golpes de extintor. Tras oír su relato de defensa, el fiscal encargado del caso, aumentó la solicitud de condena de 12 a 18 años por un delito de asesinato con agravante de alevosía y otro año y cuatro meses más por los daños que causó en la furgoneta tras incendiarla, además de una multa por hurto.

El escrito de calificación relata que el procesado circulaba con su bicicleta por el paraje Finca Chirau y llegó hasta las proximidades de la finca propiedad de la víctima, "quien le advirtió de que no se aproximara más porque era una propiedad privada. El ahora fallecido sacó de su furgoneta un extintor y con la intención de que se alejara del lugar se lo mostró", según la Fiscalía. A continuación, el ahora procesado se lo quitó y le golpeó la cabeza.

Se subió en la furgoneta del ahora fallecido y la arrancó haciendo marcha atrás "con el ánimo de acabar con la vida de José, le arrolló pasándole las ruedas por encima del cuerpo, según el fiscal. A continuación, detuvo el vehículo, y "al comprobar que todavía estaba con vida, cogió de nuevo el extintor con el que le golpeó hasta cinco veces en la cabeza acabando de este modo con su vida.

Seguidamente, se subió de nuevo en la furgoneta circulando por el camino y al comprobar que no podía continuar, dio la vuelta y pasó de nuevo por donde estaba el cadáver", asegura la Fiscalía.

El procesado arrojó a un lado del camino la cartera del ahora fallecido y le robó los 210 euros que había dentro. A continuación se dirigió a su casa, llenó una botella de gasolina e incendió la furgoneta para borrar sus huellas. Parte del dinero que robó lo gastó en prostitutas y drogas.

La defensa solicitó una condena por homicidio con la atenuante de arrebato.