El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha trasladado este jueves el "respeto y la admiración" del pueblo gallego por el trabajo que desarrollan los profesionales de los equipos de extinción en la lucha contra los incendios, a los que ha situado entre los "mejores de Europa".

"Respeto y admiración hacia las personas que se están jugando la vida, sobre todo en la extinción de incendios nocturnos", ha aseverado Feijóo, al tiempo que ha incidido, según destaca la Xunta en un comunicado, en que Galicia cuenta con "uno de los mejores equipos de extinción de Europa", y con "más efectivos que nunca tanto propios como del ejército", entre los que ha destacado la Unidad Militar de Emergencias (UME) y la Infantería de Marina.

Durante una visita a Porto do Son (A Coruña), municipio que registra uno de los grandes incendios de este verano con unas 500 hectáreas calcinadas, Feijóo ha aseverado que seguirán con la "prioridad siempre" de preservar la integridad física de las personas por encima del patrimonio y de los bienes materiales.

"El objetivo primero es preservar la vida de las personas, los 29.000 núcleos de población que tenemos en Galicia y el segundo objetivo es preservar el monte, pero siempre por este orden", ha afirmado el titular de la Xunta.

Asimismo, ha destacado la unidad de la sociedad gallega y ha recordado que el número 085 está a disposición de los ciudadanos para avisar de incendios. "Lo que no se puede, en ningún caso, es mirar para otro lado ante conductas sospechas", ha subrayado.

Por ello, ha asegurado que la Xunta "seguirá trabajando con intensidad y coordinación" ante una situación que ha calificado de "muy complicada, marcada por fuertes rachas", y tras un mes de julio catalogado como el más seco de los últimos cien años.

"INSTINTO CRIMINAL"

Según ha destacado, el mayor número de incendios se producen entre las 16,00 y las 17,00 horas, con un viento intenso; y las 19,00 y 20,00 horas, cuando a los medios aéreos ya les quedan pocas horas de vuelo, así como a partir de la madrugada.

Por ello, el titular de la Xunta ha concluido que "detrás del instinto pirómano hay un instinto criminal imposible de explicar desde un punto de vista racional".