A escasas 24 horas de su encuentro con Mariano Rajoy en el Congreso de los Diputados, Albert Rivera ha lanzado un órdago al PP para abrir la puerta a la negociación. Para ello, el actual presidente en funciones deberá aceptar seis condiciones irrevocables que establece el líder de Ciudadanos, según ha explicado este martes en rueda de prensa, y que se centran principalmente en la regeneración democrática y en combatir la corrupción.

En concreto, exige la eliminación de los aforamientos, una nueva ley electoral que contenga como mínimo las listas desbloqueadas, la limitación de los mandatos, la separación inmediata de cualquier cargo público de todo imputado por corrupción política, la eliminación de los indultos por esos mismos casos y transparencia que permita investigarlos.

Así enumeraba Rivera las peticiones que ha trasladado al PP desde la Cámara Baja, en una comparecencia 'sorpresa' que ha generado mucha incertidumbre este martes y que ha pillado desprevenidos a populares y periodistas. Este cambio de posición viene motivado por la incapacidad de PSOE y PP para sentarse a dialogar: "Después de que la vieja política fracase, nosotros no podemos hacer lo mismo. Hemos llegado a la conclusión de que podemos hacer algo más".

Por tanto, el PP "tendrá que cumplirlas" si quiere sentarse a dialogar como consecuencia de la falta de "confianza" que les transmite el actual Gobierno en funciones. A esa lista de condiciones, Rivera añade una más: "No habrá negociación si Rajoy y Ana Pastor no fijan una fecha, hora y votación del debate de investidura".

En la lista de requisitos que ha plantado sobre la mesa —y que ha enviado al líder del PP con el objetivo de abordar esas cuestiones durante la reunión de este miércoles (10:00 horas)—, no se encuentra la exigencia que mantuvo durante la campaña electoral: un nuevo candidato que sustituya a Rajoy como líder del futuro Ejecutivo. Así, da un paso atrás en su 'no' rotundo a la continuidad del líder del PP.

Estas líneas rojas llegan después de que los grupos que conforman la Mesa del Congreso —PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos— finalizaran la reunión sobre la distribución de escaños sin acuerdo y tras las declaraciones de Javier Maroto, el vicesecretario Sectorial del PP, que envió un mensaje a la formación naranja también este martes, en una entrevista que concedió a la cadena Cope mostrándose abierto al diálogo: "No decimos no a nada".

Aunque el PP acepte esas condiciones, sería necesaria la abstención del PSOE para poder desatascar la situación de bloqueo institucional que arrastra España desde finales de diciembre, puesto que la suma de los diputados del PP (137) y Ciudadanos (32) no alcanza la mayoría absoluta, que se sitúa en 176.