Derrapes, olor a gasolina y velocidad han vuelto al barrio de La Ería. Carreras ilegales que transcurren por el entorno del aparcamiento del campo de fútbol y por sus accesos desde Alejandro Casona y Olivares.

Pero hay novedades. Los participantes en estas carreras ya no se arriesgan en fin de semana. «Como la Policía Nacional vigila la zona, ahora vienen entre semana», afirma José Ángel Suárez, presidente de la asociación de vecinos de La Ería.

El horario más habitual de estas competiciones ilegales es alrededor de las tres de la madrugada, relatan los vecinos. En algunas han participado hasta cuatro vehículos, aunque no se trata de coches de gran cilindrada, sino de vehículos compactos como «los Seat Ibiza o Ford Focus», asegura Miguel Martínez, un vecino del barrio.

La Policía Local confirmó ayer que pondrá en marcha un operativo para terminar con estas prácticas. La vigilancia de la zona a las horas más conflictivas ya ha funcionado como disuasor de estas carreras en otros puntos donde se celebraban. Donde sí han notado mejoras los vecinos es en la calle Alejandro Casona. La instalación de semáforos y la vigilancia con radar, dice José Ángel, «han reducido algo la velocidad a la que circulan los coches por la calle».

Olloniego, Naranco y La Florida

Las carreras ilegales no son patrimonio exclusivo de los vecinos de La Ería. La Corredoria, con sus anchas avenidas, fue el primer barrio en sufrirlas. La instalación de pasos de peatones elevados frenó la velocidad en la zona. Luego el polígono de Olloniego fue el circuito hasta la apertura del puesto de la Guardia Civil en Anieves. La vigilancia de la Policía Local acabó con los rallies que denunciaban los vecinos de La Florida. Ahora hay quejas de los residentes en el Naranco por las altas velocidades a las que circulan algunos coches.