Fernández ha explicado que no ha sido necesaria la intervención de la Policía Nacional porque el operativo se ha basado "en el diálogo" con los residentes, que ya habían abandonado el enclave. En los últimos días quedaban en la zona 19 habitantes que han aceptado el desalojo voluntario. En dos casos, el de una mujer, y el de una familia formada por la pareja y su hijo menor, han aceptado las ofertas de realojo en viviendas sociales del Ayuntamiento.

El resto, según ha explicado Ponga, "se ha ido disolviendo", dado que no estaban empadronados en Oviedo, y que provenían de otros puntos, incluso de fuera de Asturias. La concejala ovetense ha destacado la colaboración de la Dirección General de Vivienda del Gobierno autonómico en la gestión del todo el proceso.

Los cálculos son que las labores de desalojo pueden prolongarse entre 24 y 48 horas, y las de acondicionamiento del terreno se alargarán durante una semana. Los animales sueltos que aún deambulan por el entorno serán capturados y trasladados a la perrera municipal.

El primer expediente abierto por la existencia de un poblado chabolista en este lugar data de 2014. Ricardo Fernández ha matizado que existen referencias del asentamiento desde 2009. Se cree que el lugar ha llegado a tener más de 40 residentes, aunque se trata de estimaciones, dado que su población no estaba registrada y variaba continuamente.