El Supremo estadounidense estudiará si la inyección letal es constitucional

  • La Constitución americana prohíbe castigos "crueles e insólitos".
  • Dos reclusos calificaron así este castigo en una alegación.
  • Dicen que causa un dolor "innecesario" al recluso.

"Éste es probablemente uno de los casos más importantes en décadas en lo que se refiere a la pena de muerte". Lo ha dicho el abogado de Ralph Baze y Thomas Clyde Bowling Jr., dos presos condenados a morir mediante inyección letal que han presentado alegaciones a esta forma de ejecutar una sentencia de pena a muerte.

Según el recurso de los reos, la mezcla de productos químicos contenida en la inyección que se pone a los condenados genera un "daño y un sufrimiento innecesarios", algo que muchos expertos sostienen. Los reclusos han calificado el castigo como "cruel e insólito", unos calificativos que se recogen en la Octava Enmienda de la Constitución norteamericana, que prohíbe este tipo de castigos.

La novedad de este caso radica en que el Tribunal Supremo ya había facilitado anteriormente la posibilidad de recurrir las ejecuciones mediante inyección letal, pero no habían accedido a estudiar el sistema de ejecución en sí.

Casi cuatro años de litigio

Los dos presos presentaron sus recursos en 2004 y se anunció una vista para analizarlas en 2005. Un juez del Estado decidió pese a ello mantener el uso de la inyección letal y el Supremo de Kentucky confirmó esta decisión, que fue recurrida por ello ante el Supremo de Estados Unidos.

La juez de distrito Aleta Trauger estableció la semana pasada que el método de inyección letal utilizado en el Estado de Tennessee es inconstitucional, por lo que ordenó a las autoridades que suspendieran esta práctica. El Estado sigue estudiando si apela la decisión de la juez, pero ha accedido a suspender las ejecuciones pendientes.

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