La Audiencia de Barcelona ha condenado a diez años y medio de cárcel a un padre por maltratar al menos tres veces entre septiembre y noviembre de 2004 a su hija de dos meses.

Los maltratos le causaron una grave lesión craneal que le ha dejado secuelas neurológicas de por vida; entre ellas, un déficit de visión y una parálisis en las extremidades inferiores.

Debido a las lesiones, tuvo que ser operada dos veces para colocarle una válvula craneal y permaneció casi dos meses ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos.

La madre, absuelta

La Sección Sexta de la Audiencia, sin embargo, ha absuelto a la madre porque de los informes periciales sobre las lesiones de la pequeña se desprende que los maltratos pudieron producirse durante los ingresos hospitalarios que sufrió la acusada debido a una pancreatitis.

La Sala condena al padre, Nilton Vladimir Z.V., de 33 años y origen peruano, por tres delitos de lesiones con la agravante de parentesco, lo que considera un "ejercicio desmesurado de violencia impropia sobre un menor tan frágil".

Además le obliga a indemnizar a su hija, que ahora tiene tres años, con un total de 300.000 euros por las lesiones y por las graves secuelas que padece.

Versión de los padres

El tribunal no ha creído la versión de los padres, quienes negaron en el juicio haber maltratado a su hija y desviaron la culpa hacia una tía abuela del bebé que convivía con ellos en el momento de los hechos y que les ayudaba ocasionalmente a cuidar a la niña.

La mujer, sin embargo, no compareció en la vista pese a estar citada como testigo.

Nadie se percató de las agresiones que sufría hasta el 10 de noviembre, cuando ingresó en estado grave en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona con un hematoma en la cabeza, hemorragias en ambos ojos y fracturas costales.

La niña, además, presentaba indicios de haber sufrido antes una fractura de fémur y otra de húmero.