La forense del 'agresor del metro' asegura que "pensaba que era el hijo de Dios"

  • Su esquizofrenia paranoide le hacía tener "alucinaciones místicas".
  • Creía que tenía que "salvar al mundo matando a otra persona".
  • Un policía dice que, después de tirarla, "estaba totalmente ido".
Miriam Alonso, durante el juicio.
Miriam Alonso, durante el juicio.
Miriam Alonso, durante el juicio.

Jorge Ramos Vázquez, acusado de arrojar a Miriam Alonso a las vías del metro el 4 de octubre de 2005, desarrolló dos años de cometer los hechos por los que le acusan "una trama delirante", en la que creía ser "el hijo de Dios" y tener "la misión de matar a una persona para salvar al mundo".

Pensaba que tenía que salvar al mundo matando a una persona

En la segunda sesión del juicio, una de las forenses que examinó al procesado, de 26 años, manifestó a la Sección 23 de la Audiencia Provincial de Madrid que la esquizofrenia paranoide que padece se remonta a dos años antes de arrojar a la joven a las vías del suburbano y añadió que en la época de adolescencia ya tenía síntomas previos al desarrollo de esta patología mental.

Conforme a la tesis de la Fiscalía de Madrid, la especialista explicó que Jorge elaboró "una trama delirante de tipo místico" que le protegía de su "fobia a matar". "Pensaba que era el hijo de Dios y que tenía que salvar el mundo matando a una persona".

Después de leer un texto en Internet

Unos días antes, según su relato, el procesado leyó una frase en Internet que decía: "Días como hoy merece la pena arriesgar". Estas palabras desencadenaron que la tarde del 8 de octubre de 2005 Jorge decidiera al azar arrojar a una chica a las vías del metro, pese a no intercambiar ningún tipo de conversación con ella.

El Ministerio Público reclama para Jorge siete años de prisión por un intento de asesinato o que se le interne en un centro psiquiátrico penitenciario durante 14 años por la esquizofrenia paranoide que sufre.

Según la fiscal, los hechos se enmarcan dentro de "la trama delirante del procesado". Por eso, solicita que se le aplique una circunstancia atenuante de la responsabilidad criminal por una anomalía psíquica, motivada por la enfermedad que padece.

Decía que escuchaba voces que le decían que le iban a tirar al metro
En la sesión comparecieron también los policías que
levantaron el atestado y los que detuvieron al joven en la garita del hospital militar Gómez Ulla, donde el chico fue retenido por los vigilantes de seguridad después de confesar que había tirado a una chica al metro.

Durante su testifical, el agente explicó que Jorge se encontraba
"nervioso" y "asustado" unos diez minutos después de cometer los hechos, momento en el que se personaron dos agentes en la garita. "Decía que escuchaba voces que le decían que le iban a tirar al metro. Comentaba que estaba gordito y que sus compañeros se metían con él", relató el testigo, que certificó que "estaba totalmente ido" porque
"no mantenía una conversación normal"
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