Los hechos tuvieron lugar el pasado sábado 27 de julio, ha informado la Delegación del Gobierno en nota de prensa, donde indica que la denunciante se desplazó hasta el local, preguntando unas dudas acerca de un artículo a un empleado.

Instantes después, añade, otra clienta presente en el negocio alertó a la víctima de que, en el momento en que se había agachado para ver el producto,

el dependiente había sacado un móvil y se lo había colocado por debajo de la falda.

Cuando los agentes llegaron al comercio, el detenido (que había borrado los datos internos del terminal) reconoció los hechos a los policías, afirmando haberlos realizado anteriormente en otras "ocho o nueve" ocasiones y no poder evitarlo.

Las investigaciones no se encuentran cerradas, dado que el terminal se encuentra pendiente de ser sometido a un análisis forense que presumiblemente permitiría la recuperación de datos audiovisuales que hubieran sido eliminados.