La Guardia Civil ha detenido a dos hombres como supuestos autores del incendio forestal de la partida rural de El Galindo (Cáceres), aún no extinguido y cuyas llamas asolaron alrededor de 1.500 hectáreas de pastos.

Según la investigación del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Comandancia de Cáceres, el fuego tuvo su origen en una barbacoa que iniciaron los ahora detenidos en una parcela ubicada en el paraje "Los Millares".

Tras la identificación de los supuestos autores - dos vecinos de Cáceres-, los agentes los han detenido como presuntos autores de un delito de incendio forestal en grado de imprudencia.

El instituto armado subraya que durante el incendio forestal, que comenzó en la tarde del pasado día 23 de julio, "existió peligro para las personas".

De hecho, varias familias de la citada partida rural tuvieron que ser desalojadas de sus viviendas como medida preventiva dada la cercanía del fuego -regresaron horas después- y el Plan Infoex decretó el nivel 1 por la peligrosidad que presentaba.

El citado nivel responde a incendios que pueden ser controlados por los medios del Plan pero pueden afectar a personas o bienes de carácter no forestal.

Igualmente, la Guardia Civil tuvo que proceder al corte de la carretera EX-100 durante varias horas debido a la escasa visibilidad por el intenso humo que había producido el incendio.

Desde el primer momento del incendio los investigadores del Seprona, en colaboración con personal dependiente del Plan INFOEX, iniciaron las pesquisas necesarias para determinar el origen y las causas del mismo.

Merced a estas pesquisas se logró determinar el punto exacto del fuego, una parcela situada en el paraje "Los Millares" y cuyo origen estuvo en una barbacoa.

En este sentido, el instituto armado recuerda que el pasado 1 de junio se inició la temporada de peligro alto de incendios forestales, que determina la prohibición de cualquier tipo de uso recreativo del fuego.

La Guardia Civil recuerda que los incendios forestales, como el investigado, son evitables, y, además de ocasionar importantes daños materiales y medioambientales, entrañan un riesgo para la vida de las personas que puedan encontrarse en sus proximidades y del personal que participa en las labores de extinción.