«Que lo encierren: me ha quitado una pierna y me ha jodido la vida»

La joven a la que empujaron a las vías del metro en 2005 dice en el juicio que no perdona a su agresor, un joven esquizofrénico.

Miriam Alonso, la joven de 22 años que perdió una pierna en octubre de 2005 al ser arrojada a las vías del metro de Carabanchel por el esquizofrénico Jorge Ramos, pidió ayer que «encierren» a su agresor «y que no vuelva a salir». La joven declaró ayer en el juicio que comenzó a celebrarse en la Audiencia Provincial.

Miriam contó ante el tribunal que el día del suceso, como cualquier otro, salió de trabajar y se fue al metro. «Quedaba un minuto para que el convoy llegara y decidí no sentarme». Cuando llegó el tren, sintió «un empujón muy fuerte» y fue dando traspiés hasta que cayó a las vías. «Empecé a ver los focos del tren. Intenté que la pierna viniera conmigo, pero el pantalón se enganchó. El tren me pasó por encima. Sentí mucho calor, mucho miedo y mucha sed».

El fiscal pide para el acusado siete años de cárcel y su internamiento en un centro psiquiátrico durante otros 14. El joven, de 24 años, se negó a declarar y tuvo que ausentarse de la sala, a propuesta de su abogado defensor, para evitar que los testimonios pudieran influir negativamente en su evolución.

Ella no le perdona

Quien sí declaró fue la madre de Jorge. Explicó que su hijo estuvo en tratamiento psicológico de 2001 a 2004, pero que no le diagnosticaron esquizofrenia hasta después del ataque en el metro.

El fiscal pide que Ramos indemnice a Miriam con 10.770 euros por el tiempo que tardó en curar y 446.289 euros por las secuelas.

Miriam sigue en tratamiento psicológico para superar lo sucedido. Mientras, vive incapacitada, sin poder ducharse o cocinar, y dice que no ha recibido nada de la Comunidad ni de Metro de Madrid, salvo la casa del Ivima en la que reside. A su salida de la Audiencia gritó: «Me ha quitado una pierna y me ha jodido la vida, ¿vosotros le perdonaríais? Yo, nunca».

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