Theresa May, una líder dura, poco carismática... pero conciliadora

  • La nueva primera ministra de Reino Unido ha relevado este miércoles a Cameron en medio de una tormenta política tras el referendum.
  • De carácter serio, reservada pero imponente, May ha dejado claro que no hay marcha atrás en la decisión que apoyaron el 51,9% de los britanicos.
  • "Brexit es brexit. No habrá segundo referendum", ha asegurado. 
La nueva primera ministra británica, Theresa May, y su marido Philip, a su llegada al número 10 de Downing Street.
La nueva primera ministra británica, Theresa May, y su marido Philip, a su llegada al número 10 de Downing Street.
Andy Rain / EFE
La nueva primera ministra británica, Theresa May, y su marido Philip, a su llegada al número 10 de Downing Street.

Con el camino despejado, sin rivales ni fuertes ni débiles, Theresa May ha sido designada primera ministra de Reino Unido tras la renuncia de su única competidora para liderar el partido conservador, Andrea Leadsom.

Con un amplio apoyo de su partido pero no electa, y sin plantearse nuevas elecciones hasta 2020, la sucesora de David Cameron llega al número 10 de Downing Street con posición conciliadora y un gran desafío: dirigir las negociaciones para el abandono del Reino Unido de la Unión Europea sin desestabilizar a un país polarizado tras el brexit.

De carácter serio,  reservada pero imponente, May ya ha dejado claro que no hay marcha atrás en la decisión que apoyaron el 51,9% de los britanicos. "Brexit es brexit. No habrá segundo referendum".

Extitular de Interior durante seis años y rozando casi tres décadas de carrera política,  sabe implantar con disciplina sus objetivos pero es prudente, y a la vez leal. Ya lo mostró en la campaña del referéndum. Fiel a Cameron, defendió el ‘remain’, pero muy tímidamente para no solaparse ella misma, conocida por su discurso antiimigrante. Una de sus promesas, incumplida y criticada, era reducir el número de extranjeros en Reino Unido.

Hija única de familia humilde, casada con un banquero y sin hijos, May también ha ocupado páginas del coure con su estilismo sobrio y con toques extravangantes, sobre todo en su calzado. Eso sí, con paso firme.

Su lado amable...

30 años en política.Tiene una dilatada carrera política. Comenzó antes de los 30 años. Hoy tiene 59.

Valorada y disciplinada. Cuenta con gran apoyo entre los diputados conservadores -obtuvo más del 50% de los votos en la segunda ronda para elegirla líder-. Consideran que su disciplina aportará la estabilidad que el país requiere en estos momentos.

Carácter conciliador. Aspira a cerrar las heridas que ha dejado  la victoria del brexit,  en su partido y en el  país.

Poder femenino.  Es la segunda mujer en la historia  en tomar el cargo en Reino Unido después de Margaret Thatcher. Y decimosexta al frente del gobierno en un país en el mundo a día de hoy.

Pragmática.  Este cualidad la sitúa más cerca de Merkel que de Tatcher. De hecho, en su primer discurso, se ha desmarcado de la dama de hierro, a quien admira pero no es su modelo.

Su lado oscuro...

Antiimigrante.  Fue muy criticada por incumplir su promesa de reducir los inmigrantes en las islas británicas. A ella se le atribuye el el término «inmigrantes a casa».

Dura y controladora. Quiere tener un alto grado de control sobre su alrededor y no parece importarle si sus opiniones son impopulares.  En 2001 instó a los tories a acabar con la imagen de «Nasty Party» (Partido Asqueroso»).

No ha sido votada. Sin rivales, no ha necesitado someterse aelecciones internas entre los 150.000 afiliados laboristas. Tampoco quiere  convocar comicios generales hasta 2020.

Tímida  defensa del ‘remain’.  Su lealtad a Cameron le hizo defender la permanencia de Reino Unido en la UE. Eso sí, discretamente.

Poco carisma. Su figura política no ha generado emoción en los británicos, sí en los mercados.

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