Rafael Romero, un sevillano de la localidad de Gelves, tuvo un susto de muerte hace unos días por la noche. Su móvil, un Nokia N-91 de menos de un año, estalló cuando estaba posado sobre su mesilla de noche. A las 3.30 h la batería explotó y llenó la habitación de un humo azul verdoso. «El olor era insoportable y asfixiante», relata a 20 minutos. A pesar del susto, pudo apagar el fuego que originó el aparato.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios