Ana Rosa Quintana: "Pablo Iglesias ha revolucionado la comunicación política"

  • 'El programa de Ana Rosa' hace balance de temporada líder de audiencia doce años después de estrenarse en las mañanas de Telecinco.
  • La presentadora coge unos días de vacaciones, pero el espacio sigue funcionando con la vista puesta en la actualidad política.
Ana Rosa Quintana, durante la presentación del balance de temporada de 'El programa de Ana Rosa'.
Ana Rosa Quintana, durante la presentación del balance de temporada de 'El programa de Ana Rosa'.
JORGE PARÍS
Ana Rosa Quintana, durante la presentación del balance de temporada de 'El programa de Ana Rosa'.

Termina el curso televisivo y Ana Rosa Quintana puede presumir de acabarlo con buena nota (18,8% de cuota y 538.000 espectadores) y líder en su franja. La presentadora coge unos días de vacaciones, pero el espacio sigue funcionando con la vista puesta en la actualidad política. "Estaré de guardia", bromea Quintana, que lleva 12 años al frente de El programa de Ana Rosa (Telecinco).

¿El secreto es cambiar sin cambiar demasiado?

No, es tener la flexibilidad de cambiar cuando hay que cambiar, de estar atento a lo que ocurre a tu alrededor, qué es lo que interesa y preocupa. No hay que tener prepotencia pensando que tú eres el que marca lo que hay que ver, es al revés.

Cuando piensa en la audiencia, ¿en qué piensa?

Estamos hablando de medias de 600.000 espectadores, es imposible ponerles cara. Se trata de ver qué es interesante, qué es útil, qué injusticias hay que denunciar...

¿Aún tiene nervios antes del directo?

No, pero nunca los he tenido, me siento muy cómoda en los platós. Sin embargo en los actos públicos sí me pongo más nerviosa, o cuando hay un auditorio...

¿Es lo que se llama naturalidad?

No lo sé, no tiene mérito, lo tienes o no lo tienes. Para mí el plató es mi casa y quienes están allí son mis compañeros o mis amigos.

¿Es un don?

Te pasa desde el primer día: te sientes bien delante de una cámara o no te sientes bien.

¿Cómo os motiváis el equipo?

Valorando el trabajo. El de cada una de las personas que están en el programa. Poniendo en valor de verdad el esfuerzo que hacen, sin imposturas.

¿Cómo determináis el peso de cada sección en el programa?

Con la actualidad. No hay un baremo, ahora hacemos hora y media de política y el año pasado hacíamos hora y media de actualidad y hace ocho años la hacíamos de reality y ahora hacemos un vídeo.

 ¿Hay mucho prejuicio por tener todas esas facetas?

Es un prejuicio que viene de quien lo hace constantemente. ¿Qué hay en un periódico? nacional, internacional, economía, deportes, anuncios por palabras, corazón, cultura... y a nadie le sorprende que se pase la página y se cambie de tema. Igual en un medio digital con un clic. ¿Por qué me va a sorprender en televisión?

En 12 años habéis dado muchas exclusivas...

Creo de verdad que hacemos un gran periodismo, no sólo exclusivas, hemos hecho investigaciones que hemos desvelado cosas, nos hemos involucrado con temas como los desahucios, la trata... mis compañeros han arriesgado el tipo haciendo investigaciones sobre drogas, trata, justicia... Creo que hay gente que habla de las cosas sin verlas.

¿En tele son más peligrosos los halagos o las críticas?

No te preocupes, que yo no tengo halagos. Mi equipo al acabar el programa me comenta lo que se podría mejorar, en casa ya no te quiero ni contar...

¿Puede ser una clave para estar en la ola siempre?

Puede. Yo quiero tener gente alrededor que me diga la verdad. Cuando te rodeas de gente que te dice siempre lo que quieres oír, eso es el principio del fin.

Pasa mucho en televisión, ¿no?

Hay gente que es más insegura y necesita que le refuercen. Yo necesito la verdad y que me digan lo que no hago bien.

¿Cómo ha visto la marcha de Mercedes Milá?

Milá es una mujer llena de vida y tendrá ocho mil proyectos que le interesen en este momento. Supongo que llega un momento en el que quieres cambiar, no hacer siempre lo mismo.

Quitando el tiempo de directo, ¿cuántas horas le dedica al programa?

¿De cabeza? Todo el día.

Se va unos días de vacaciones, ¿desconecta alguna vez del todo?

No. Pero no porque me parezca un trabajo, si no porque me interesa, quiero saber lo que está pasando, las noticias... Es que me a mí me gusta esto.

¿Y qué lujos se permite en vacaciones?

Para mí desconectar es no tener que madrugar, no tener horarios, ese es el descanso. Me encanta trasnochar y eso es incompatible con mi vida laboral, porque me levanto a las cinco y media.

Ana Rosa es un buen nombre para la tele...

Y para un culebrón (risas).

¿Y por qué se lo pusieron?

Porque mi bisabuela, que vivía en La Habana, se llamaba Ana Rosa y a mi madre le encantaba. Era la abuela de mi padre y a mi madre le encantaba lo de la "abuela Ana Rosa" y tuvo una niña y le puso Ana Rosa. Y yo despotriqué toda mi vida, porque encima había una novela que se llamaba Ama Rosa y era un horror. A mí siempre me han llamado Ana, menos mi madre, para fastidiar, que me llamaba Ana Rosa hasta el final (sonríe).

¿Y cómo acabó siendo Ana Rosa?

Cuando empecé en la radio, en Radio Intercontinental, yo hacía un programa de música y detrás de mí venía una compañera que era Ana Luisa, éramos dos Anas, así que nos pusimos el segundo nombre para diferenciar, y así se quedó. Pero en mi casa me llaman Ana.

¿Cómo ve la participación de Mila Ximénez en Supervivientes?

Mila Ximénez es Mila Ximénez, ¿a quién le ha sorprendido? Ella es así, con su parte maravillosa y humana y su parte insoportable.

¿Se ve en Supervivientes?

No, porque me salen muchísimas pecas y no me gustaría estar al sol todo el día. Y a mí eso de no ducharte, no...

De los cuatro líderes políticos, ¿quién le pareció más distante?

Creo que ninguno fue distante, fueron encantadores. Creo que todos han sido sinceros cuando hablan de temas que no son políticos y todos intentan colarte el mensaje cuando hablan de política.

Si tuviera que hacer una porra de los pactos, ¿cómo cree que va a resolverse?

Gobierno del PP en minoría, con PNV, Coalición Canaria y algún préstamo del PSOE. Y en dos años elecciones. Creo yo.

Hemos vivido un boom de políticos en la tele...

Es que antes se equivocaban y se han caído del caballo como San Pablo y se han dado cuenta de que tienen a su servicio un medio de comunicación al que llamar y no estar gastando.

¿Ha sido Pablo Iglesias el promotor de ese cambio?

Pablo Iglesias ha revolucionado la forma de comunicación política. El hecho de que fuera conocido a través de la televisión abrió los ojos a muchos políticos. Pero eso lo inventó Eisenhower hace más de sesenta años. Daba dos o tres ruedas de prensa a la semana porque se dio cuenta del poder de la televisión para transmitir el mensaje político. Han tardado todo este tiempo en darse cuenta.

Hablando de Eisenhower y del premio que le han dado, ¿qué tal de salud está la libertad de expresión en España?

En España tiene mucha salud. Los periodistas están resistiendo y defendiendo la libertad de expresión con una gran valentía, con sueldos bajos, con ERES y en un entorno de crisis económica.

¿Ahora se perdigue más la crítica?

Hay muchas formas de presionar y todos los gobiernos lo hacen. Está pasando en Ucrania en Rusia, en Francia, en España... con el tema del terrorismo se está limitando muchas libertades y creo que hay que tener mucho cuidado con eso.

BIO: Única periodista de una familia de médicos y militares, comenzó en televisión presentando el telediario nocturno de TVE. Tras pasar por la radio fichó por Antena 3 y en 2005 por Telecinco. Tiene tres hijos, dos de ellos mellizos. Ha ganado ocho TP de Oro y un Premio Ondas y el Reconocimiento Eisenhower a la Libertad de Expresión.

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