UCE ha aconsejado tomar conciencia sobre la "importancia" de "conocer los requisitos de seguridad" que debe cumplir cualquier producto, "máxime cuando está destinado a niños pequeños".

En nota de prensa, la Unión de Consumidores de Extremadura ha informado de que la calidad de estos productos para niños es "más importante" que el precio, y de que la diferencia entre un flotador "que cumple los requisitos", y otro que "no lo hace", es de "menos de cincuenta céntimos".

ESTUDIO CON 13 PRODUCTOS

Para poner de manifiesto el "generalizado incumplimiento de la normativa", UCE ha adquirido en tiendas 'multiprecio' "13 productos que los niños suelen usar en el agua como flotadores, manguitos, chalecos y juguetes acuáticos" y ha demostrado "nuevamente, y sin cambios en el panorama", que a pesar de las "constantes denuncias presentadas" por las asociaciones de consumidores, "el incumplimiento llega al 100 por cien".

Asimismo, ha señalado que también las administraciones tienen una "enorme" responsabilidad a la hora de controlar que los productos que se encuentran a la venta cumplan con "toda la normativa", y que en este sentido, "parece evidente que esos controles fallan", ya que "ninguno de los productos objeto de este informe incluyen toda la información obligatoria".

La unión ha indicado que, en este caso, "de nada sirve el marcado" de Conformidad Europea, que se vende como "garantía de calidad y seguridad" de los productos, ya que muchos juguetes acuáticos en los que aparece este sello "incumplen" dicha la normativa de seguridad.

JUGUETES ACUÁTICOS

En España, existen casi 600.000 piscinas, de las que aproximadamente el 90 por ciento son privadas, y es precisamente en estos espacios privados donde hay que estar "más atentos" a los niños, ha indicado UCE, que ha recordado que el ahogamiento "es la segunda causa de fallecimiento accidental de menores en la Unión Europea".

Además, en España, los flotadores de cintura son considerados como "juguetes acuáticos", por lo que "deben cumplir todas las obligaciones impuestas" por la norma que regula la seguridad de los productos para niños.

Así, se considera juguete acuático todo aquel que está destinado a ser utilizado en agua poco profunda, y que es capaz de transportar o soportar a un niño en dicho elemento, "excluyéndose expresamente" los diseñados como ayudas para aprender a nadar o para ser usados en un medio acuático profundo.

En este último caso, están los chalecos hinchables y los manguitos, considerados por la normativa estatal como una "ayuda para aprender a nadar", y que por lo tanto deben "cumplir distintos requisitos de información.

UCE ha señalado esta distinción como "importante", ya que las menciones "genéricas" de cualquier producto, deben acompañarse de advertencias relacionadas con la seguridad, que son "muy" útiles para usar el artículo de forma "adecuada".

INCUMPLIMIENTO DE LA NORMATIVA

Uno de los "principales" riesgos que supone la utilización de flotadores, manguitos u otros sistemas de flotación es que dan la "falsa impresión" de seguridad a los adultos, que pueden relajar sus tareas de vigilancia de los niños que están en el agua.

Por eso, la norma es "muy clara", y obliga "a todos los fabricantes" a colocar distintas leyendas con advertencias según el tipo de producto. Además, si es un juguete, será imprescindible indicar "que sólo puede utilizarse donde el niño haga pie y bajo vigilancia de un adulto".

Esta advertencia está presente en la "práctica totalidad" de los juguetes analizados, "pero no en todos", sin embargo, "varios" de los artículos adquiridos obvian la "precisión importantísima" de que el niño debe hacer pie, y se limitan a requerir la presencia de un adulto

Por otra parte, en los equipos para ayudar a nadar, obligados a advertir que no son un dispositivo salvavidas, "el grado de incumplimiento es similar".

Así, es "especialmente indicativo" el chaleco de 'Bestway', pues en su etiquetado se "autodenomina 'chaleco salvavidas'", mientras que en letra de tamaño "muy inferior y color menos llamativo", menciona que "no es un dispositivo salvavidas", una contradicción que puede confundir a los adultos y provocar la "relajación en la vigilancia" que da lugar a la "inmensa mayoría" de los accidentes "más graves".

Otro de los incumplimientos "frecuentes" es la "omisión" de la edad mínima recomendada, ya que habitualmente estos productos incluyen en la "parte trasera del envase" una tabla en la que se indica, "de forma no muy clara", la utilidad del mismo y el peso del niño para el que está recomendado.

UCE ha asegurado que en "la mayoría" de ellos, se determina que es apropiado para niños de 18 a 30 kilos, lo que equivale, "según esas mismas tablas, a una edad de 3 a 6 años". "Al mismo tiempo", varios de ellos colocan en el mismo envase, el pictograma que prohíbe su uso para niños de 0 a 3 años, de esta forma, no queda "tan claro como debería", en "prácticamente ningún caso".

Asimismo, la Unión de Consumidores ha resaltado que incluso en algún modelo de manguito la tabla indica que es "apropiado" para niños desde 2 hasta 6 años, algo que no puede hacerse "según la normativa vigente".

Por otro lado, "muchos" de los artículos que incluyen estas tablas indican "que es apropiado para niños de 3 a 6 años", según las referencias de pesos explicadas anteriormente, pero "no explicitan que está prohibido su uso para menores de 36 meses".