Las investigaciones comenzaron cuando esta persona denunció la comisión de tres delitos, concretamente delitos de robo con violencia e intimidación, para posteriormente cobrar una indemnización del seguro.

Los móviles que se denunciaban eran de alta gama y con un valor superior a los 800 euros, y las denuncias se efectuaron en diferentes dependencias policiales.

Los agentes venían analizando en relación a los delitos contra el patrimonio que las denuncias se incrementan sobre todo en la gravedad, denunciándose cada vez más robos con violencia o intimidación.

Este hecho concuerda con el cambio de políticas que los seguros desarrollan para este tipo de sustracciones de teléfonos móviles, que si bien antes eran más abiertos, en la actualidad han cambiado las coberturas explicitándose en los contratos que para poder hacer uso del seguro han de ser robos con violencia, intimidación o robos con fuerza en los que el denunciante no recayera en descuidos como dejar teléfonos a la vista dentro de los vehículos, informa la Guardia Civil en una nota.

Así, ante las tres denuncias se inició una investigación en torno a la denunciante y en comunicación con el seguro de un conocido establecimiento de electrónica de consumo.

De las gestiones practicadas, se deduce que la imputada había simulado el delito incluso aportando parte de lesiones para poder hacer uso legítimo de la cobertura de su seguro, que por otro lado ya emitió la compensación por la infracción penal falsamente denunciada.

Las denuncias fueron realizadas ante el Cuerpo Nacional de Policía y el Puesto de la Guardia Civil de Playa de Las Américas en el año 2015, y las diligencias han sido enviadas al Juzgado de Instrucción de Guardia de Playa de Granadilla de Abona.