El Ayuntamiento de Alicante pretende recuperar el dinero que invierte en reparar el mobiliario urbano destrozado por el vandalismo (más de 700.000 euros al año, lo que supone casi 2.000 euros al día, según la Concejalía de Servicios y Mantenimiento) con el endurecimiento de las sanciones a los gamberros.

Por ello, el borrador de la nueva ordenanza de limpieza que maneja Servicios plantea multas de hasta 2.000 euros a aquellos que «ensucien la vía pública como consecuencia de actos vandálicos contra contenedores, papeleras, farolas, bancos,...»

En la vigente norma municipal, ya caduca, apenas se sanciona con 90 euros al autor de una pintada o graffiti, y «son la Policía o los jueces», según ha asegurado el concejal de Comercio, José Antonio Sobrino, «quienes sancionan si pillan a alguien haciendo un graffiti o rompiendo un cristal».

Los comerciantes de Corazón de Alicante ya han pedido al Ayuntamiento que elabore un bando que sancione con dureza a los vándalos, hartos ya de las pintadas o alcantarillazos.

Según la empresa de limpieza Inusa, 12 máquinas con agua fría, caliente o disolventes limpian los edificios. Las zonas con mayor incidencia de pintadas son Maissonave, Paseíto Ramiro, San Nicolás, playas y La Ereta.