La Huerta del Rey ya se ha librado de los camiones de la basura. Después de 35 años –llegó allí antes que las casas– las instalaciones del servicio de Limpieza se han mudado a unas naves nuevas en el polígono de San Cristóbal, que han costado 5,5 millones.

Ahora, el Ayuntamiento tiene previsto vender la parcela que queda libre en la calle Mieses para construir allí pisos. Cabrían unos 80, según las dimensiones del solar. «Hay que pagar las nuevas instalaciones», justificó ayer el alcalde, Javier León de la Riva, tras la inauguración.

El traslado se produce después de siete años de reivindicación vecinal, incluida una recogida de firmas y su presentación en el Ayuntamiento.

El nuevo edificio, ubicado en la calle Topacio, tiene capacidad para 180 camiones y otros vehículos de limpieza, aunque de momento cuentan con 150. Por allí pasarán a diario 350 trabajadores, de los 542 que pertenecen a este servicio. Algunos de ellos se quejaron ayer porque las taquillas de la ropa son pequeñas y el agua caliente no funciona desde hace varios días.

Respecto a las entrevistas de las últimas oposiciones para cubrir 162 puestos del servicio, aún no hay fecha para su celebración puesto que todavía no está claro cómo se tienen que hacer.

El chicle, enemigo sucio número uno

Después de felicitar por su trabajo a los empleados del servicio de Limpieza que estuvieron en la inauguración de las nuevas naves, el alcalde, Javier León de la Riva, les pidió un nuevo esfuerzo para plantar batalla a los chicles, que dan un «aspecto lamentable» a las calles.

Además, propuso una iniciativa ciudadana para que «un día salgamos todos espátula en mano a quitar chicles pegados», aunque no pudo a concretar más la medida.