Pekín Express ya tiene ganadores. La pareja formada por los primos frikis, Matías y Nabil, se ha llevado los 39.000 euros de premio del reality presentado por Cristina Pedroche.

En la emisión de este martes se ha desvelado el misterio de cuál de las dos parejas, si la de los primos o los aristócratas, formada por Pepe y Blanca, se llevaría el primer puesto.

La última etapa del concurso de La Sexta se ha desarrollado en la caótica Bombay, donde las dos parejas finalistas han tenido que viajar por sus atiborradas calles para encontrar una serie de fichas de colores que a la postre les darían la victoria.

En las primeras dos partes de la emisión parecía que la balanza se inclinaba a favor de los aristócratas, que eran quienes llegaron a la competición final con más colores.

Y es que esta última parte ha sido la más complicada. Las parejas se han tenido que separar: uno se quedó en la línea de meta, desde la cual iba guiando al otro con ayuda de un móvil y una maqueta de la zona en la que venían marcados los sitios en los que se encontraban las fichas restantes.

Los concursantes lo han pasado mal, porque a veces iban a ciegas por las complicadas calles de Bombay, con la precaria ayuda que sus pares podían darle desde la maqueta.

Finalmente, Nabil ha sido el más hábil: ha encontrado todas las fichas de colores que le faltaban y ha tenido que desandar el camino sin ayuda (ya no se permitía a los "narradores" ayudarles para el regreso) para llegar a la meta.

Al entrar en la plaza en la que los esperaban Pedroche y el resto de los concursantes, Matías ha lanzado un grito de alegría y los primos, que no eran favoritos, se han fundido en un abrazo.

La presentadora los ha interrumpido para cerciorarse que traía consigo todos los colores requeridos. Y al comprobarlo, los ha declarado "ganadores de Pekín Express 2016. Se llevan el premio de 39.000 euros", y han podido tocar la campana de la victoria.

Blanca y Pepe han encajado bien la victoria de sus oponentes y se han unido al festejo. Sobre todo Pepe, conocido por sus exabruptos, ha cerrado con un "Vivan los primos".