La actuación de la Guardia Civil, llevada a cabo por el equipo ROCA -agentes especializados en la lucha contra los robos en el campo- se inició cuando tuvo conocimiento de la sustracción de

crías de gallos del interior de una granja situada en la localidad de Sant Joan de Moró, valoradas en 3.000 euros.

Los agentes iniciaron una investigación policial que dio como resultado la localización, identificación y detención de cuatro personas, así como la implicación de una quinta que se encontraba ingresada en el Centro Penitenciario de Castellón, como supuestos autores de un delito de robo.

Los guardias civiles pudieron averiguar que los gallos sustraídos habían sido vendidos en la ciudad de Valencia para participar en peleas. Las diligencias instruidas han sido entregadas en el decanato de los juzgados de Castellón.