En el pleno casco histórico de Málaga hay 119 fincas declaradas en ruina y abandonadas, una lista negra que en unos años llegará a otras zonas de la ciudad cuando se termine de «barrer el centro». Así lo explicó ayer el edil de Urbanismo, Manuel Díaz, tras el consejo en el que el PSOE pidió que se trasladara a otros barrios la actuación del Registro Municipal de Solares y Edificios Ruinosos.

Los 119 ya fichados tienen un año para rehabilitar los inmuebles; de lo contrario, sus propiedades pueden salir a subasta o terminar en la expropiación. De momento, de esa lista negra hay sólo una treintena que ya ha pedido la licencia de obras para hacer sus deberes. Sólo cuando obtengan el permiso de primera ocupación se borrarán. Al resto, aún le queda tiempo para iniciar los trámites, explicó Díaz a 20 minutos. El registro funciona en la capital desde 1990, pero en sus 17 años sólo se ha llegado a la expropiación o venta forzoza en unos 30 casos.

Un fin que no es de interés para el Consistorio, pues de lo que se trata, admitió el concejal, es de que el propietario rehabilite. Ayer, el consejo de Urbanismo acordó eliminar de la lista negra a 10 fincas del entorno de Carretería y Capuchinos e incluir una nueva.

Una legislación de hace 2.000 años

En Málaga fue donde por primera vez en la historia se introdujo una iniciativa que facultaba a los ayuntamientos a actuar sobre un edificio en ruinas. Según cuenta el concejal socialista Enrique Salvo, dicha disposición se recogió en la Lex Flavia Malacitana, hace nada menos que 2.000 años.