Castilla y León es la segunda comunidad autónoma con menor saldo vegetativo (nacimientos menos defunciones) del país, con un total de 11.833 muertes más que nacimientos según el balance provisional del Movimiento de la Población en 2015 publicado este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y recogido por Europa Press.

En concreto y según esta encuesta, el saldo vegetativo fue negativo en diez comunidades autónomas, con Galicia (-12.269) a la cabeza y Castilla y León en ese segundo puesto, y positivo en siete, lideradas en este caso por Madrid, con 17.912 nacimientos más.

Se da la circunstancia de que a nivel nacional se vuelve a acentuar la disminución de la población en España ya que por primera vez desde que hay datos anuales en 2015 registró un crecimiento vegetativo negativo ya que murieron 2.753 personas más de las que nacieron -en 2015 nacieron en España 419.109 personas frente a las 422.276 que murieron-.

Castilla y León es, además, la tercera comunidad autónoma, tras Madrid y Navarra, con mayor esperanza de vida, con 83,7 años, un más que la media nacional que, con 82,7 años, ha experimentado un descenso en este caso de 0,2 años.

Esta encuesta evidencia un descenso de la natalidad del 2,9 por ciento en Castilla y León, por encima del descenso nacional (-2,0 por ciento), la sexta peor evolución del país que registró en 2015 una caída de nacimientos generalizada, aunque más acusada en Ceuta (-9,1 por ciento), Melilla (-6,6 por ciento), Cantabria (-4,3 por ciento) y La Rioja (-3,5 por ciento).

En concreto, los nacimientos en Castilla y León han pasado de 17.874 en el año 2000 a los 19.425 que se computaron en 2005, los 20.486 correspondientes a 2010, los 17.886 de 2014 y los 17.366 de 2015, según los datos provisionales.

Esto deja la segunda tasa bruta de natalidad más baja del país, con un 7,0 nacimientos por mil habitantes, sólo superada por Asturias (6,2), y dos puntos inferior a la media nacional (9,0).

En el caso de las defunciones, Castilla y León registró, junto a Canarias, el cuarto menor incremento, con un 5,3 por ciento más, frente a un 6,7 por ciento en España. Las defunciones aumentaron en todos los territorios, salvo en Ceuta, donde se redujeron un 2,6 por ciento, con Madrid (8,6 por ciento), Andalucía (8,5 por ciento) y Castilla-La Mancha (8,2 por ciento) a la cabeza.

En concreto, las defunciones en Castilla y León han pasado de 25.676 en el año 2000 a los 27.468 que se computaron en 2005, los 27.097 correspondientes a 2010, los 27.787 de 2014 y los 29.249 de 2015, según los datos provisionales.

Estos datos sitúan a Castilla y León como la segunda, tras Asturias, con la segunda mayor tasa bruta de mortalidad en 2015, con un porcentaje del 11,9 defunciones por mil habitantes, frente a una media del 9,1.

MADRE ESPAÑOLA, MENOS HIJOS Y MÁS TARDE

Además y según esta encuesta, las mujeres cada vez esperan más tiempo para ser madres. La edad media de maternidad en España subió hasta los 31,9 años en 2015, frente a los 31,8 del año anterior. En sólo una década se ha incrementado casi dos años, pues en 2005 las ciudadanas eran madres antes de cumplir los 31. Sin embargo, ha subido la media de hijos por mujer, que se situó en 1,33 frente a los 1,32 del año 2014.

Con todo, hay diferencias en función de la nacionalidad. El peso de las madres extranjeras en la cifra de nacimientos se mantiene estable respecto del año anterior, con un 17,8% del total, pero siguen teniendo de media más hijos que las españolas (1,65 de media por mujer foránea frente a 1,28 de las oriundas) y los tienen tres años antes (su media es de 29,4 años frente a los 32,4 de las españolas).

MÁS NUPCIALIDAD

La encuesta del Movimiento Natural de la Población contiene un apartado sobre nupcialidad que arroja un incremento del número de matrimonios en 2015, cuando se registraron los de 166.248 parejas, un 2,3% más que en 2014. La tasa bruta de nupcialidad aumentó una décima hasta 3,5 matrimonios por mil habitantes.

Las bodas, como los hijos, llegan cada vez más tarde. En España los hombres se casaron de media a los 37,3 y las mujeres, a los 34,4; cuando en 2005 eran de 33,4 y 30,4 años. respectivamente.

Además, en el 15,8% de los matrimonios celebrados con cónyuges de distinto sexo, al menos uno de ellos era extranjero, 0,4 puntos menos que un año antes. Por su parte, un 2,2% del total de matrimonios registrados en 2015 correspondieron a parejas del mismo sexo (3.677 matrimonios).