La asignatura más polémica del nuevo curso, Educación para la Ciudadanía, ha registrado un total de 85 objeciones oficiales entre los 220.000 alumnos que ya la estudian en siete comunidades. Estos escritos fueron enviados a las consejerías de Educación por parte de los colegios.

20 minutos ha consultado a las consejerías de Educación de estas siete comunidades, donde las objeciones se reparten así: Andalucía (PSOE, 76), Aragón (PSOE, 4), Asturias (PSOE, 1), Cantabria (PRC, 2), Cataluña (PSC, 1), Extremadura (PSOE, ninguna) y Navarra (UPN, 1). Todas son de alumnos de curso de 3.º de la ESO, los únicos que pueden recibirla este año.

En cuanto a la utilidad de estas impugnaciones, fuentes del ministerio de Educación explicaron a este diario que no son válidas, ya que "no existe el derecho de objeción a una asignatura".

15.000 reclamaciones

Por otro lado, hay organizaciones que indican una cuantía mucho mayor de objeciones. Es el caso del Foro de la Familia y del Observatorio para la Objeción de Conciencia, que aseguran tener en su poder unos 15.000 escritos.

"Las objeciones se presentan por duplicado en los colegios, una se la quedan los padres y otra se envía a las consejerías. Tenemos unas 15.000 copias de las que se quedan los padres", afirman desde el Foro de la Familia.

Entre los escritos que asegura tener en su poder esta organización, se contabilizan los de todas las comunidades españolas y los que han tramitado alumnos de todos los cursos, no sólo de 3.º de ESO.

La razón de la gran diferencia de datos entre los de las consejerías y los del Foro de la Familia se encuentra, según esta organización, en que "las consejerías están falseando los datos y en que puede ser que muchos colegios aún no hayan remitido a sus consejerías las cartas de alegación de los padres".

Rogelio López. 47 años. Médico.

"Manipula la forma de pensar"

Tengo siete hijos y he presentado cinco objeciones a la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Sólo uno de mis hijos cursa actualmente 3º de ESO en Gines (Sevilla). Empezó las clases ayer y por el momento no le queda más remedio que asistir a ellas. Considero que esta asignatura está concebida para manipular la forma de pensar de nuestros hijos en temas como la sexualidad o la religión. Tengo mis principios y creo que éstos se transmiten desde la propia familia. Sí me parece bien que en el colegio se enseñen modelos cívicos, ya que los niños dejan mucho que desear hoy en día. En cuanto a que se considere que la objeción a esta asignatura no es un derecho, no me parece lógico. No se puede imponer lo que debe ser objetable y lo que no.