La patrulla de tráfico detectó escondida una simple USB, que activaba un emisor de impulsos eléctrico que registraba tiempo de descanso cuando el vehículo se encontraba en movimiento. Este fraude posibilita al conductor superar los horarios de conducción y minorar los descansos reglamentarios. Además, el sistema permitía burlar el limitador de velocidad del vehículo y superar los 90 Km/h establecidos como máximo para este tipo de vehículos, según ha explicado la Policía Foral en una nota.

Tras detectarse la manipulación el vehículo fue trasladado a un centro técnico autorizado, donde se realizó una revisión exhaustiva de la instalación. Allí se detectó otro efecto de carácter más peligroso para la seguridad vial, ya que la activación de la manipulación también anulaba el sistema de seguridad de frenado ABS.

La utilización de estos sistemas, encaminados a burlar los controles policiales, implican la presencia en nuestras carreteras de vehículos de grandes dimensiones circulando a mayor velocidad, sin ABS y conducidos por personas que no respetan los descansos obligatorios.

Por ello esta manipulación del tacógrafo constituye una infracción muy grave a la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres. También fue denunciado el conductor acusado de obstruir la labor inspectora de los policías forales, expedientes administrativos que pueden llevar aparejadas sanciones superiores a los 8.000 euros.