La Empresa Municipal de Aguas (Emasa), dependiente del Ayuntamiento de Málaga, ha comenzado este lunes a retirar los lodos acumulados en el tramo final de la desembocadura del río Guadalmedina, causantes de los malos olores cuando quedan al descubierto al bajar la marea.

Se calcula que, en total, se retirarán unas 1.300 toneladas de este material, que será trasladado para su tratamiento en la depuradora del Guadalhorce, con un coste de 20.000 euros -15 euros por tonelada retirada-.

La actuación es posible gracias a las obras previamente desarrolladas por la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) para la creación de una base de hormigón sobre la que puede trabajar la maquinaria pesada.

El concejal de Sostenibilidad Medioambiental, Raúl Jiménez, ha explicado que esta actuación permite al Ayuntamiento "minimizar al máximo los posibles malos olores en la zona y así mejorar la calidad de vida de los vecinos".

Según ha señalado, Emasa permanecerá a la expectativa de la evolución del cauce en el futuro para establecer una nueva fecha de retirada de lodos y fijar una periodicidad de la limpieza en el caso de estimarse necesaria.

El pasado mes de abril Emasa ya realizó una primera retirada de lodos en el cauce del Guadalmedina. Si bien en aquel momento utilizó una maquinaria de menor envergadura.

Para la actuación iniciada este lunes se está empleando maquinaria capaz de trabajar en superficies cubiertas por agua debido a la altura del eje de sus ruedas. Esto permitirá que la limpieza alcance una mayor distancia desde la rampa por la que se accede a la zona de trabajo.

Por otro lado, Emasa ha intensificado desde comienzos del mes de junio la limpieza de los canales de desagüe situados a ambas márgenes del cauce del Guadalmedina, utilizados habitualmente por el agua desembalsada de la presa de El Limonero.

Esta actuación permite la retirada de la basura arrojada a los canales una vez a la semana. En la actuación desarrollada el pasado viernes Emasa recogió 800 kilogramos de basura y 1.200 en la semana anterior.