El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha puesto en valor este lunes el carácter "proactivo" de la ciudad a la hora de dar respuesta al problema de los refugiados. Y lo ha hecho tras el minuto de silencio convocado en la puerta del Ayuntamiento, donde las banderas han ondeado a media asta en recuerdo de los fallecidos.

"La ciudad ha recogido un sentir general de solidaridad hacia el conjunto de refugiados que se mueven buscando seguridad en Europa", ha subrayado De la Torre, quien ha señalado, entre otras medidas, que el Ayuntamiento ha habilitado un edificio que gestiona Cáritas para ofrecer alojamiento a 26 personas. Igualmente, la Casa del Niño Jesús se ha preparado para dar acogida a 30 más.

También ha comentado el regidor malagueño este lunes, Día Mundial del Refugiado, que el local de calle Cuarteles que anteriormente utilizaba Gestrisam será dedicado a formación y atención a estas personas.

De la Torre ha deseado que "terminen" los motivos que dan pie a esa inseguridad que obliga a la gente a tener que abandonar su país, y ha confiado en poder tener un planeta que "nunca olvide la palabra solidaridad".

Tras el minuto de silencio seguido por la Corporación municipal y diversas entidades malagueñas, como preludio a la concentración convocada a partir de las 19.00 horas en la plaza de la Marina, Amar Al-Atasi, refugiado desde hace tres años, ha leído un manifiesto en el que ha recordado que "Europa asiste a una gravísima crisis humanitaria motivada por el desplazamiento de centenares de miles de personas que huyen del terror y la guerra en sus países de origen".

Sin embargo, se advierte de que "las autoridades comunitarias, lejos de poner en marcha medidas para facilitar la llegada segura y la correcta acogida de estas personas, se han empeñado en cerrar fronteras e impedir, de facto, el derecho de asilo, incumpliendo sus propios acuerdos y su propia legislación".

"Las situaciones creadas por el cierre de fronteras se unen al fracaso de los planes de readmisión, poniendo en peligro la vida de las personas migrantes y refugiadas", se alerta en el manifiesto, lamentando que, tras el tiempo transcurrido, el Estado español sólo haya acogido a 12 personas de las 17.000 refugiadas a las que se comprometió para este año 2016.

Especialmente críticos se han mostrado con este manifiesto con el acuerdo suscrito el pasado 18 de marzo entre la UE y Turquía, ya que "se vienen a conculcar los valores básicos sobre los que se asienta la construcción europea".

"Este tratado considera a los refugiados como moneda de cambio, como mercancía, respondiendo a intereses puramente económicos y no a la protección a la que legalmente, tanto la UE como Turquía, están obligadas a garantizar", se señala.

En boca de Al-Atasi, "la Unión Europea, lejos de ser un ejemplo de solidaridad, sigue impulsando acciones que han fracasado en el pasado y han provocado miles de muertes". "El acuerdo -se expone-, unido a las medidas adoptadas unilateralmente por los estados miembros que dificultan o impiden la entrada en su territorio de solicitantes de asilo, no aporta una solución, y provocarán la apertura de otras vías más peligrosas y costosas para las personas refugiadas".

DISCURSO XENÓFOBO

A su vez, se alerta de que "asistimos a la proliferación de discursos xenófobos y racistas que nada tienen que ver con los sentimientos y valores de la mayoría social europea".

Por todo ello, con esta declaración institucional desde el Ayuntamiento de Málaga se insta a la UE a cambiar el enfoque de las políticas de migración y asilo, poniendo en el centro a las personas y a sus derechos; retirar el acuerdo con Turquía, y habilitar vías legales y seguras para que los refugiados no tengan que arriesgar su vida en peligrosas rutas.

También garantizar una acogida digna y una adecuada protección que incluya la atención sanitaria y respeto a los derechos humanos, e incorporar en las políticas migratorias a nivel europeo el objetivo de la gestión de las nuevas fronteras invisibles que se están generando en las ciudades y barrios, con una apuesta decida por la construcción de convivencia y diálogo intercultural.

Al Gobierno español se le pide retirar su apoyo al acuerdo de la Unión Europea y Turquía; reforzar el sistema nacional de acogida a refugiados de manera acorde a la evolución de las necesidades con los recursos, número de plazas y presupuestos necesarios, y respetar los derechos humanos en la frontera sur -específicamente, en Ceuta, Melilla, Canarias y la costa marroquí- y en el resto.

Igualmente, velar por que el conjunto de actores políticos, económicos y sociales no empleen mensajes de carácter xenófobo, discriminatorio o racista hacia la población migrante y refugiada, y llevar a cabo acciones específicas de información y sensibilización de la opinión pública española sobre la situación de emergencia actual y sus causas.

Reforzar la política de integración con un plan de barrios que apueste por la convivencia, el diálogo intercultural, la gestión positiva de la diversidad y la lucha contra el racismo y la xenofobia,

o defender una postura en las instituciones europeas que sea reflejo del sentir de la sociedad española y que, por tanto, defienda el cumplimiento de la legalidad y el respeto a los derechos humanos de las personas migrantes y refugiadas, son otras de las peticiones.

Es la primera vez que el Ayuntamiento de Málaga conmemora institucionalmente el Día Mundial del Refugiado, adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 2000 como una expresión de solidaridad con África, continente que alberga a la mayoría de los refugiados del mundo, y haciéndolo coincidir con el aniversario de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951.

Desde 2010 el Área de Participación Ciudadana, Inmigración y Cooperación al Desarrollo del Consistorio malagueño ha desarrollado diferentes actividades en torno a este 20 de junio.