La sentencia considera como agravante su reincidencia, ya que fue condenado en 1993 por matar a una mujer de 64 años –con alevosía y ensañamiento– en la hamburguesería Cuchus. Se le prohibe, además, vivir o acudir a Valladolid durante los próximos 35 años, así como contactar con la familia de su última víctima, a la que deberá indemnizar con 90.954 euros.

Se trata del único caso ocurrido en Valladolid donde un condenado por homicidio reincide al salir, según EP.

Los hechos ocurrieron durante un periodo en el que el condenado vivía en libertad condicional, ya que Prisiones lo calificó como apto para reinsertarse en la sociedad, después de haber cumplido 11 de sus 28 años de condena.

Las pruebas

La Audiencia consideró como prueba principal los análisis de los peritos, que concluyeron que los restos de sangre hallados en un trapo cercano al cadáver se correspondía con el perfil genético del acusado y que la probabilidad de que pertenecieran a otra persona distinta era de una entre 250 trillones.

Por una tarjeta sin fondos

A pesar de que la víctima tuvo relaciones con el asesino, el móvil del crimen fue económico. El condenado lo llevó a una zona solitaria del pinar, le dio una puñalada en el tórax y después lo golpeó y torturó con el fin de conseguir el número secreto de su tarjeta del banco. Lo abandonó e intentó sacar dinero en siete cajeros, sin éxito, puesto que no había saldo suficiente en la cuenta.

Cronología

Verano de 1992: Asesina a una empleada de la limpieza del Bar Cuchus para robarle el dinero.

Juicio 1993: Le condenan a 28 años de cárcel.

Libertad condicional en 2004: Cumple condena durante 11 años y obtiene un informe favorable a su libertad condicional.

Enero de 2005: Tras siete meses en libertad, vuelve a matar y a robar a su víctima, un conocido.