Los pilares maestros en materia turística que trazó la alcaldesa Ada Colau en marzo con el Pla Especial Urbanístic d'Allotjament Turístic (PEUAT) se tambalean desde este martes –día límite para la presentación de alegaciones–un poco más si cabe, con el aluvión de enmiendas a la totalidad presentadas por la oposición municipal (CiU, C's, PP y la CUP) así como los recursos interpuestos por los principales valedores del sector turístico de la ciudad, como el Gremi d'Hotels de Barcelona, y de la sostenibilidad de esta actividad, caso dela Assemblea de Barris per un Turisme Sostenible.

Desde los hoteles, consideran que este plan debería de ser tratado no solo «a nivel de ciudad sino a nivel metropolitano y teniendo en cuenta la planificación estratégica en materia turística de Catalunya», afirma a este diario el presidente del Gremi, Jordi Clos, quien también cree que la imposibilidad de renovar el parque hotelero actual de Barcelona pone en juego «el deterioro» de la imagen de la capital así como su desarrollo económico. Los hoteleros también creen que el plan pasa de puntillas por aspectos prioritarios del sector, como la erradicación de los pisos turísticos ilegales –que según creen están proliferando de forma «descontrolada»– o garantizar la convivencia entre vecinos y turistas.

Las voces discordantes con las propuestas de Colau, que limita la apertura de más hoteles en el centro de la ciudad y solo las tolera en barrios más periféricos, abogan por un replanteamiento a conciencia del plan o bien directamente por su abolición.

La alcaldesa tendrá que convencer de lo contrario durante las negociaciones para la aprobación del documento al PSC, que acaba de entrar en el gobierno y que asume desde ahora el área de turismo, y a ERC, que ha puesto condiciones a su apoyo al reglamento.

No solo los hoteleros tienen problemas con Colau, sino también las discotecas del Passeig Marítim. El Ajuntament empezará el próximo miércoles a inspeccionar estos locales para precintar sus equipos de música si esta sigue llegando a sus terrazas desde el interior.

Lo afirmó ayer a 20minutos Eudald Lligoña, abogado de estas discotecas. Señaló que este miércoles están previstas inspecciones en dos de los cuatro locales con orden de precinto –Pacha, Opium, Shoko y Carpe Diem– y antes de que termine la semana, en el resto, por lo que en los establecimientos se ha estado trabajando contra reloj en medidas correctoras.

«Hemos instalado una doble puerta», explicaron desde Carpe Diem. Desde el Ajuntament señalaron que estos locales deben cumplir la ordenanza de terrazas, que prohíbe la música, mientras que Lligoña afirmó que no porque «no están en la vía pública» y porque el plan de usos de Ciutat Vella les permite tener actividad de discoteca con licencia de restaurante.

El abogado reclamó una «regulación especial» para esta zona y desde el consistorio afirmaron que se trabajará en una ordenación singular.

¿Qué déficits presenta el plan turístico del Ajuntament?

Llega tarde a los barrios con impactos brutales de los alojamientos turísticos existentes e índices lamentables de expulsiones de vecinos.

¿Y en barrios sin tanta presión turística?

Habla de crecimiento controlado de los alojamientos, lo que vemos insuficiente, pues aún se puede actuar.

¿Sacar del centro al turismo es una solución?

La masificación de visitantes seguirá dándose en las zonas de mayor afluencia diurna y nocturna, como elcentro, barrios como el de Gràcia o el Park Güell.