El director del centro logístico del Programa Mundial de Alimentos de Las Palmas de Gran Canaria, Pablo Yuste, ha afirmado este martes que el objetivo es "acabar con el hambre" en un plazo aproximado de 15 años para empezar a trabajar de otra manera desde el centro.

En una comparecencia ante la comisión parlamentaria de Asuntos Europeos y Acción Exterior, ha apelado a "mantener vivo" el debate humanitario, porque esto permite hacer frente a "grandes situaciones de refugio" en diversos lugares del mundo.

Yuste ha comentado que hay que "equilibrar" la ayuda al desarrollo y la humanitaria, y ha insistido en la "neutralidad" del trabajador humanitario, que "no debe" entrar en debates políticos. "A medida que vamos hacia los límites al desarrollo perdemos esa neutralidad, el reto es como acompañar", ha apuntado.

Sobre los refugiados, ha admitido que Europa "no estaba preparada" para maneja una crisis de tal magnitud, lo que ha supuesto un "reto" logístico ya que no es fácil instalar campos en el continente por las restricciones que hay sobre el territorio.

Dentro de esos cambios, ha anunciado la elaboración de un censo rápido de poblaciones con envío de datos por satélite para hacer un seguimiento de los refugiados y el envío de comida, con el fin de determinar el perfil de los beneficiarios y si los alimentos han sido entregados correctamente.

Este proyecto se ejecutará con fondos comunitarios del programa MAC, lo mismo que la apertura de centros de respuesta humanitaria en Cabo Verde, Senegal y Mauritania.

Además, ha comentado que la crisis humanitaria en Siria empezó cuando se rebajaron las raciones en los campos de refugiados, lo que demuestra que "hambre y conflicto están correlacionados", ya que "el conflicto genera hambre y el hambre genera conflicto".

En esa línea, ha comentado que el estallido de la primavera árabe estuvo relacionado con el precio de los alimentos, algo que ya sucedió en la revolución francesa. "La ayuda humanitaria es un elemento de paz social, pero debe responder al dilema ético, y es nuestra obligación asegurar el derecho de las poblaciones al alimento", ha apuntado.

Yuste ha comentado que la "función principal" es llegar "más y mejor" a los beneficiarios, y en ese sentido, ha destacado la colaboración con el tejido empresarial canario para que se convierta en proveedor de la ONU.

En esa línea, ha comentado que el impacto económico en el puerto de La Luz es de tres o cuatro millones de euros, según la Autoridad Portuaria, y ha asegurado que "cada kilo cuenta". De hecho, ha señalado que se hace "seguimiento" hasta la entrega definitiva, y se actúa "en el acto" cuando hay algún desvío o una pérdida.

Yuste ha admitido que se trabaja con "cantidades enormes" y hay "robos, pérdidas o pestes", pero con un grado de eficacia del 98 o 99%. Solo el año pasado, el puerto de Las Palmas manejó 60.000 toneladas de alimentos por valor de unos 15 millones de dólares.

En cuanto al funcionamiento, ha defendido las ventajas de los puertos canarios porque permiten acoger grandes buques y el programa de compras avanzadas, que impide la subida de precios cuando se actuaba a golpe de emergencia y en espera del dinero del donante. "Nos permite comprar en momentos valle y llegar a tiempo", ha apuntado.

SIRIA ES UN RETO LOGÍSTICO

Además, ha dicho que el clima de Las Palmas de Gran Canaria permite el clima no afecte a la comida y el almacenamiento es gratuito, y si bien ha subrayado que la cooperación española hace un "trabajo magnífico", el problema radica en la "imposibilidad" de comprometer presupuestos, lo que dificulta la proyección de los planes.

Sobre 'puntos calientes', ha señalado que Siria "es un enorme reto" porque los frentes bélicos están muy próximos entre sí y muy próximos a las poblaciones, lo que hace que los envíos de alimentos sean difíciles e incluso puedan generar problemas a los afectados. "Los retos logísticos son enormes", ha afirmado.

En el caso de Tinduf (Argelia), ha dicho que es una de las operaciones "más antiguas" del programa y la población "vive al 100%" de la ayuda humanitaria, sobre todo española, y por ahora, no tiene una "solución temprana".

Asimismo, ha dicho que en el Sahel se sufren los "peores efectos" del paso del 'Niño', que ha afectado a las cosechas. "Nos preocupa porque la situación no es buena", ha indicado.