Esta medida se pone en marcha como consecuencia de la resolución, publicada por el SCE, que facilita el acceso a la formación profesional ocupacional al colectivo de personas sordas y sordociegas en condiciones de igualdad, al permitir la participación simultánea de dos o más formadores en el mismo horario y para la la misma acción formativa para grupos de alumnos pertenecientes al colectivo.

Hernández, que leyó el manifiesto elaborado por las asociaciones de personas sordas y sordociegas, quiso recordar que la ley por la que se reconocen las lenguas de signos españolas y se regulan los medios de apoyo a la comunicación oral de las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas supuso "un gran paso de salida".

También abogó por que se reconozca como lengua oficial en la Constitución Española, porque el lenguaje, dijo, "no sólo nos permite comunicarnos; el lenguaje estructura nuestro pensamiento, nuestra creatividad y es fundamental para el intercambio de conocimiento".

"La lengua no es una simple manifestación de la libertad individual, sino que trasciende a los ámbitos personales y se convierte en una herramienta fundamental para la vida en sociedad", añadió.

En el mismo sentido se ratificó el presidente de la Federación de asociaciones de personas sordas de Canarias (Fasican), Óscar Hernández, quien insistió en que la lengua de signos es "casi la única herramienta de integración para las personas con discapacidad auditiva".

El presidente de Fasican facilitó una serie de datos sobre las personas sordas, como que en España hay más de un millón de personas que utilizan la lengua de signos, mientras que solamente hay un intérprete por cada 143 personas sordas.

Oscar Hernández indicó que en Canarias viven alrededor de 70.000 personas sordas que utilizan la lengua de sordos "que no es universal", por lo que defendió el bilingüismo y animó a las personas oyentes a conocer esta lengua.

La vicepresidenta valoró en su intervención el trabajo de las organizaciones y asociaciones e hizo hincapié en que no sólo se quiere celebrar, sino además agradecer "un trabajo de muchos años de las personas sordas, de sus familias, de las asociaciones".

"Es el momento de reconocer su constancia, su perseverancia y una ilusión con las que, día a día, han ido construyendo el camino hacia la igualdad", finalizó.