Piden seis años de cárcel para el dueño de un bar por secuestrar al propietario de las tragaperras del local

  • La Fiscalía reclama seis años de cárcel para el dueño de un bar de Ciutadella (Menorca) por mantener secuestrado durante varias horas al gerente de la empresa propietaria de las máquinas tragaperras del local, a quien negó liberar incluso cuando varios agentes de la Policía Nacional se personaron en el mismo y le ordenaron dejarle en libertad.

En concreto, el Ministerio Público le acusa de haber incurrido en un delito de secuestro condicional. El inculpado será juzgado este jueves, a partir de las 9.30 horas, por la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma.

Los hechos, tal y como narra la acusación en su escrito de calificación provisional, tuvieron lugar el 21 de marzo de 2013. Sobre las 13.00 horas, el acusado, Tomás A.F., recibió en su bar al dueño de las máquinas puesto que ambos habían quedado para discutir sobre un conflicto relativo a sus relaciones de negocio.

Según la Fiscalía, el inculpado condujo al empresario al despacho del bar y procedió a cerrar la puerta con llave, reteniéndole contra su voluntad y manifestándole que el asesor que había redactado el contrato de arrendamiento de las tragaperras iba a enviar al bar una modificación del mismo y que, hasta que no la firmase, no le dejaría salir.

Pese a que la víctima intentó en varias ocasiones salir del despacho, el acusado se negó a abrir la puerta, impidiéndole incluso ir al aseo. Incluso cuando el propietario de las máquinas intentó llamar a la Policía, Tomás A.F. intentó quitarle el móvil para impedirlo.

Acto seguido, prosigue el fiscal, el acusado encargó por teléfono a uno de sus camareros algo de comer y un café, que fue servido por debajo de la puerta, momento que la víctima aprovechó para pedir ayuda y solicitar que alguien llamara a la Policía.

Sobre las 15.30 horas, acudieron al bar tanto el cuñado como la madre del inculpado, quienes le pidieron que abriera la puerta y liberase al empresario, a lo que aquél se negó. Hora y media después, se personaron en el lugar agentes de la Policía Local y le transmitieron, sin suerte, la misma instrucción.

Finalmente, se presentaron en el bar varios policías nacionales, que pidieron al acusado que abriera la puerta, haciendo éste caso omiso hasta que la víctima firmara los documentos. Los agentes tuvieron que derribar la puerta a fin de poder liberarle. El acusado estuvo un día en prisión preventiva por estos hechos.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento