La masacre de Orlando: ¿Islamismo radical u homofobia?

  • Los primeros resultados de la investigación apuntan a que el autor de la matanza actuó en solitario.
  • Isis ha vuelto a reivindicar este lunes el atentado contra un club gay en Orlando, en el que han muerto medio centener de personas.
  • Los expertos señalan que no hace falta una pertenencia real a este grupo terrorista para que este se atribuya este tipo de ataques.
  • Daesh tiene brigadas de jóvenes dentro de su policía religiosa para detectar homosexuales.
Un hombre deposita flores en homenaje a las víctimas del ataque contra la comunidad gay de Orlando en un punto de Moscú. Rusia es uno de los estados que persigue la homosexualidad.
Un hombre deposita flores en homenaje a las víctimas del ataque contra la comunidad gay de Orlando en un punto de Moscú. Rusia es uno de los estados que persigue la homosexualidad.
Sergei Chirikov / EFE
Un hombre deposita flores en homenaje a las víctimas del ataque contra la comunidad gay de Orlando en un punto de Moscú. Rusia es uno de los estados que persigue la homosexualidad.

¿Islamismo radical u homofobia? Es la gran pregunta tras el ataque de este domingo contra un club gay de Orlando (Estados Unidos), en el que murieron medio centenar de personas y otras 53 resultaron heridas. A la espera de que se conozcan los resultados de las investigaciones, que apuntan a que se trataba de un lobo solitario, ambos ingredientes aparecen íntimamente entrelazados en las motivaciones de esta matanza, la más grave en EE UU desde el 11-S.

Omar Siddique Mateen, el autor de la masacre, era un estadounidense de raíces afganas vigilado por el FBI como posible simpatizante de Estado Islámico o Daesh (ISIS en sus siglas en inglés). Se sabe que, según varios medios, había proclamado su lealtad al EI, que ha reinvindicado el ataque en dos ocasiones, la última este lunes. Pero también se sabe que era un homófobo y un maltratador. "Y todo ello en el contexto de un Estado, Florida, tradicionalmente conservador en el que los gays tienen prohibido por ley donar sangre, y en un país en el que acceder a un armas es tan fácil como ir al estanco a por tabaco o al quiosco por pipas", explica a 20minutos Chema Gil, analista de seguridad y terrorismo en el International Security Observatory.

El oportunismo del ISIS

Gil detalla que no es necesario que haya una vinculación jerárquica con ISIS ni un adoctrinamiento activo para que este grupo terrorista reivindique este tipo de ataques. El individuo ha expresado su identificación con esta "ideología perversa", y con eso basta. "Es casi una cuestión sentimental", afirma al respecto Leila Nachawati, especialista en derechos humanos en Oriente Medio y norte de África. "Daesh ha hecho una llamada para que cualquiera que simpatice con ellos pueda actuar en cualquier parte del mundo, pero no hace falta una pertenencia real", añade.

"ISIS asume como propio el atentado porque le viene bien como propaganda todo lo que se haga contra Occidente y sus modos de vida", señala Javier Martín, uno de los periodistas con mayor experiencia sobre el terreno en Oriente Medio. El propio presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha asegurado que no existen pruebas claras para afirmar que la matanza estuviera "dirigida" por extremistas ni que formara parte de un plan terrorista de mayor escala.

Persecución

En este contexto, el factor homofobia ha sido clave, ya que, además de una cuestión personal del asesino, se trata de un colectivo muy perseguido en el mundo musulmán en general y por el EI en particular. "En los territorios que controla, Daesh tiene brigadas de jóvenes dentro de su policía religiosa para detectar homosexuales", explica Chema Gil. Estos jóvenes inducen a hombres a cometer delitos, y los que caen en la trampa son ejecutados "lanzándolos al vacío desde edificios muy altos ante la población cercana. Los que sobreviven, son lapidados por la turba".

"En Túnez, por ejemplo, basta una acusación para que te detengan, te hagan pruebas anales y te juzgen porque la homosexualidad es un delito. Hay mucha gente en la cárcel", advierte Javier Martín. Igual que en Nigeria, Uganda o Sudán. Por no hablar de Arabia Saudí o Irán, donde pueden ser condenados a muerte. "Los Gobiernos de estos países ni siquiera admiten que la homosexualidad exista en su territorio", corrobora Nachawati. "Es una condición que siempre ha sido perseguida, pero con Daesh es todo mucho más obvio, porque todo lo que hacen es más espeluznante, imponiendo su bandera negra a cualquier forma de disidencia", concluye.

La forma de actuar del Daesh se basa en una interpretación "radical y perversa" del Islam, afirma Gil, que insiste en que el yihadismo extremo es una "ideología que no tiene nada que ver con la religión" y que se nutre fundamentalmente "del odio irracional a todo lo que es diferente". "Cualquiera que no entre en su patrón es su enemigo", agrega en esta línea Nachawati. Cualquier mujer, siempre que no este arrinconada y sometida, el simple hecho de fumar o bailar, jugar al fútbol... "Todo lo que tenga que ver con un modo de vida que para ellos representa la decadencia de la civilización", señala.

Estos tres expertos subrayan la importancia de no confundir el Islam con la interpretación "salvaje" del grupo terrorista. "La mayoría de los 1.200 millones de musulmanes que hay en el mundo ven esta ideología como una herejía", asegura Martín.  Y lo peor de todo es que, como explica Gil, la del Daesh es ya es una ideología descentralizada que "abre franquicias" a lo largo y ancho del mundo.

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