La posibilidad de acceder al campanario, unido a su "innegable riqueza patrimonial", confieren a la iglesia de Santa María Magdalena un gran atractivo turístico, algo que se comprueba año a año con el incremento de visitas al monumento durante esta época, ha resaltado la fundación en una nota de prensa.

El acceso a la torre puede realizarse, de martes a domingos, dentro de las visitas guiadas a la iglesia que parten desde el Palacio Episcopal. Está incluido en el precio, que es de 1,5 euros y tiene una duración de 30 minutos.

La que es la iglesia más antigua de Tarazona, junto con su torre, con arquitectura románica y mudéjar, también se incluye en los recorridos guiados a la ciudad que la Fundación realiza para particulares todos los sábados, domingos y festivos hasta el 15 de septiembre así como en las visitas y rutas contratadas a demanda por grupos de viajeros.

La dificultad de su mantenimiento y la climatología y el viento, que dificultan el acceso en la zona alta y hacen bastante desapacible su estancia, hacen que su acceso se limite a los meses estivales.

"Espigada y esbelta, de gran pureza de líneas y una sencilla elegancia en sus adornos de ladrillo saliente y con aires de fortaleza", la torre de la Magdalena es uno de los signos de la Tarazona mudéjar y uno de los elementos más característicos de la ciudad. Fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC) dentro de la categoría de monumento en febrero de 2004.

Está adosada a los pies de la nave de la Epístola, sobre el cortado de la antigua morería y es de planta cuadrangular. Consta de cuatro cuerpos con una altura de 42 metros. En su construcción se diferencian tres fases, las dos primeras de época medieval, aunque desde el exterior solamente son visibles dos. Fue levantada en varios momentos, a lo largo de periodos de tiempo muy extensos, el más importante, en torno al segundo cuarto del siglo XV.