Un tormenta de granizo con piedras del tamaño de pelotas de golf, según indicaron los vecinos del pueblo, provocó hoy graves destrozos en la pequeña localidad de Lalueza, en los Monegros de Huesca, donde arrasó las cosechas de arroz, maíz y alfalfa en unos pocos minutos.

El pedrisco, que golpeó también con fuerza en los cercanos pueblos de San Lorenzo del Flumen y en Lagunarrota, población de la comarca del Somontano situada a unos 40 kilómetros de las dos anteriores, comenzó a caer sobre las 13:30 horas y en unos pocos minutos destrozó tejados, aleros, persianas, ventanas y farolas.

Miedo por los impactos

La tormenta sorprendió a los vecinos de Lalueza, que tiene poco más de un millar de habitantes, cuando tomaban un aperitivo popular en el pabellón municipal de la localidad con motivo de la celebración de sus fiestas mayores, e hizo que cundiera el temor entre los asistentes ante la violencia de los impactos.

Tras comprobar el alcance de los daños en casas, coches, mobiliario urbano y cosechas, el alcalde, Daniel Périz, de acuerdo con sus vecinos, procedió a suspender las fiestas patronales y a convocar un pleno extraordinario con carácter de urgencia para evaluar los daños y reclamar ayudas.

El alcalde explicó que el granizo convirtió en "ceniza" una gran parte de las tejas de las casas y abrió agujeros del tamaño de la mano de un adulto en las cubiertas, además de romper cristales de vehículos y causarles profundas abolladuras.

"La granizada ha sido salvaje -añadió- y ni los más viejos del lugar decían haber visto en su vida algo parecido, ni oído un estruendo como el que se ha producido".

El pedrisco afectó a granjas, en las que fue necesario incluso atender a algunos animales heridos, y destruyó completamente campos de arroz, maíz y alfalfa.

Un agricultor de la zona, Juan Carlos Sampériz, explicó entre lamentos que, en poco menos de media hora, el pedrisco arrasó toda su cosecha de arroz y maíz tardío, con pérdidas que en su caso evaluó en unos 60.000 euros.

Una vecina de esta población aseguró, para reflejar la conmoción que ha provocado entre los vecinos la tormenta, haber sentido "miedo" al escuchar el impacto del granizo en su tejado y dijo no recordar "nada parecido en años".

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