Los cinco ejemplares, que se encontraban ya eviscerados, carecían de etiquetado y precintos necesarios, además de la documentación correspondiente a la captura del mismo, que es necesaria para determinar su trazabilidad.

Los agentes del Seprona inmovilizaron cautelarmente la mercancía, a la espera de que la Conselleria de Agricultura determinara la procedencia de las capturas. La administración certificó que las piezas no tenían la correspondiente acreditación, con lo que se procedió al decomiso y su entrega a centros benéficos.

El atún rojo es una especie altamente migratoria y su captura está regulada internacionalmente, mediante la adjudicación de cupos para su captura. Desde su pesca, y hasta el momento de la comercialización, cada pieza debe ir acompañada de una documentación específica.

Las capturas ilegales de esta especie, al ser tan demandada para el consumo, se ha incrementado al haberse agotados los cupos. Son realizadas principalmente por embarcaciones de recreo, que después las venden de forma ilegal, y sin ninguna garantía sobre su tratamiento y procedencia.